sábado, 31 de diciembre de 2011

FELICIDADES PARA EL NUEVO AÑO QUE SE ASOMA!

Quiero desearles a todos los que pasan por este espacio, ya sea de manera habitual, por curiosidad o por casualidad, un gran año 2012 y que sus deseos se cumplan en la forma qué sea más positivia para Uds.

FELIZ 2012!

Hasta la próxima!

Prof. Lic. Fernando Julio Silva, MSc
Diceimbre 2012

domingo, 25 de diciembre de 2011

Un vivero de hidroponias en el Delta es su lugar en el mundo - Por Guillermina De Domini

Les traigo la historia de esta pareja que decidió llevar adelante su sueño de ir a vivir a la zona del Tigre, lugar en el cual se habían conocido en su juventud, y dar comienzo a un interesante emprendimiento.

Vale la pena leerla!

Hasta la próxima

Prof. Lic. Fernando Julio Silva, MSc.
Diciembre 2011

Artículo:


Por Guillermina De Domini
Mónica Novoa y Arturo Villahermosa pasaron sus vacaciones de juventud en la Primera Sección de Islas, donde se conocieron y donde eligieron, varios años más tarde, armar un singular emprendimiento turístico y agrícola . Reciben unas 50 visitas por semana.
Se conocieron con el río de por medio hace muchos años. Hoy Mónica Novoa y Arturo Villahermosa son pioneros en difundir una técnica de cultivo vanguardista desde su paraíso terrenal: Villa Mónica, el único vivero hidropónico del Delta y uno de los pocos del país, emplazado en un parque de 10 mil metros cuadrados y con 100 metros de costa sobre el arroyo Espera, el mismo que alguna vez el tiempo unió. “¿Cómo no íbamos a volver a esas aguas que nos atraparon desde siempre?”, dijo Mónica, en broma, y así pasó a contar su historia.

En 1950, su abuelo le compró una casa sobre el Arroyo Espera 344 a la familia Pagliettini. Lo hizo con la idea de que ella, que acababa de nacer y vivía en Capital Federal, pudiera respirar un nuevo aire y tomar sol en el Delta tigrense durante los fines de semana. Eso hizo. Pasaron los años y, en 1966, Arturo Villahermosa, otro porteño, comenzó salir a remar con sus padres. Iba y venía desde su casa, que estaba frente a la de Mónica. Tenían 16 años y tomaban la lancha interisleña, que como hoy, demora 50 minutos en llegar a destino. “En la casa de Mónica hacíamos los bailes, nos juntábamos el fin de semana y venían muchos amigos. Y claro, por esas cosas de la vida, terminamos casándonos", contó Arturo.

Su vida siguió en Buenos Aires, pero durante los fines de semana y feriados, siempre volvían al Delta. Hasta que en 2002, con un amor más maduro y sus dos hijos independizados, quisieron cambiar su estilo de vida. Abandonaron los ruidos y la contaminación de la ciudad e hicieron la mudanza definitiva al Delta: allí los esperaba la misma casa del abuelo de Mónica, pero refaccionada.

Una vez instalados, un amigo veterinario los animó a acercarse al mundo de la hidroponía -cultivo en agua- a través de un curso de la Facultad de Agronomía de la UBA. Esa fue la puerta de entrada a lo que más adelante convertirían en un novedoso emprendimiento por el cual hoy hasta ellos mismos se sorprenden: un vivero hidropónico donde ofrecen estadías en cabañas, guías, almuerzos, tés y cenas hechas con sus propios productos, pesca, paseos en canoa y talleres donde enseñan la técnica de cultivo a turistas de marzo a diciembre. Allí, Mónica y Arturo reciben a unas ocho personas por día.

De movida, ellos se sintieron atraídos por este sistema, que actualmente se perfila como el método de cultivo del futuro. “Casi no lo pensamos. Nos perfeccionamos por Internet y mails con un extranjero y armamos nuestro propio vivero hidropónico. Sabemos que ahora es un lugar exclusivo, sólo para pocos, donde uno se inunda de naturaleza y tranquilidad”, opinó Mónica.

Durante el curso, contaron que fueron llevados a visitar viveros de La Plata: “El problema es que todos eran monocultivos, nosotros tenemos acá más de 20 especies”, se alabó Mónica. Es que ellos hacen cultivos en vertical y eso les permite aprovechar el espacio disponible.

Con lo aprendido y acompañados por su espíritu autodidacta y emprendedor, construyeron el invernadero, donde producen, entre otros cultivos, berros, ajíes picantes, espinaca, chiles, rabanitos, tomates cherry, frutillas y hasta melones. También preparan berenjenas en escabeche, pepinos en vinagre, aceitunas, dulce de leche, frutillas al whisky y once tipos de dulces. Pero lo más pedido por los turistas es el “almuerzo verde” que sirven en el parque del vivero: un menú de ensaladas de productos recién cosechados, sandwich de chorizo o sorrentinos, helados o tartas.

“Este tipo de emprendimientos no está explotado en nuestro país, como ocurre en Chile y Japón. Tanto es así que en el país vecino, los hospitales obligan a que las verduras sean de origen hidropónico”, aseguró Mónica. Su vivero, además, es parte de la asociación Delta Natural, agro y ecoturismo.

Mónica y Arturo explicaron que cultivar con el sistema hidropónico hace que las verduras y las frutas duren más tiempo que las cosechadas tradicionalmente. El cultivo hidropónico no se hace con suelo ni una base de tierra, sino que utiliza una estructura de metal que sostiene unos tubos de plástico por donde circula agua con nutrientes. Las semillas van adentro de unos pequeños cubos que se colocan en los tubos, un método creado en la Universidad de Campinas de Brasil. El riego lo hacen por goteo con una bomba de agua y la nutrición de la planta, en base a componentes naturales, permite obtener frutos y hojas muchos más carnosos y en menos tiempo. Además, al no entrar en contacto con la tierra ni con otras especies, ellas no son atacadas por hongos, están más limpias y no requieren insecticidas, pesticidas ni fertilzantes.

Los dueños de Villa Mónica supieron fusionar su amor por la naturaleza, con las ventajas de un sistema diferente de cultivo: "En un área muy reducida, e incluso árida como un desierto, se pueden cultivar toda clase de vegetales que requerirían tierra fértil y un espacio mucho más grande. En el caso de la frutilla, por ejemplo, usamos unas columnas clavadas en el suelo donde la planta crece en una base de turba traída de Tierra del Fuego (un compuesto orgánico natural). Se mezcla con perlita (un derivado de lava volcánica) y eso nos permite plantar ocho metros cuadrados lo que en tierra firme ocuparía un área de 42 metros cuadrados", explicó Arturo. Y Mónica agregó: "O sembramos nueve plantas de lechuga en un sólo metro cuadrado".

Hoy el matrimonio que se unió gracias a un río pasa varias horas del día, sobre todo a la mañana, en contacto con los turistas. Cuando baja el sol y las lanchas con visitantes dejan de pasar, ellos se toman un rato para recorrer juntos y tranquilos su lugar. Este verano y hasta marzo, Mónica y Arturo estarán de vacaciones, así que podrán aprovechar un descanso en el Delta como los que supieron disfrutar al conocerse




jueves, 22 de diciembre de 2011

Higher income means a greater consumption?

WRONG! Even though if we just analyze this point from a pure microeconomic theory we can expect that an increase on income, if you are dealing with normal or luxury products, could be followed by an increase on demand. When we focus on real live we’ll see that this is not always true, due to the fact that decision making on humans is “almost unpredictable”.

When we decide to buy - or not - something a big number of factors get into the scenery, and those factors usually don’t follow economic theories!

What makes a person to buy a product “A” instead of “B”? What helps on the decision of buying now or wait a bit? How tell us the amount of units really needed? What makes us spend more money on a product that the one that we really were planning to use?

Rationality? I might say that usually the “lack of it” is our counselor.

We can use our credit cards feeling that “someone else” will be paying for that debt; but when the bill appears we crash against reality.

How many times we went to a supermarket just to buy a couple of things and we end up buying a lot of unneeded products?

On the other hand, how many times we were waiting to have some extra money to buy something that we liked a lot and when that time appears we just decide not to do so?

Or maybe we prefer to save - just in case - instead, so our level of consumption decreases.

Reasons? A big number of them. Why? Who really knows!

Till my next post!

Prof. Lic. Fernando Julio Silva, MSc.
December 2011 

Mujeres emprendedoras: Lucía Cané - Cuando la botánica se convierte en una buena idea de negocios

Les traigo la historia de Lucía Cané, creadora y directora de la Revista Jardín, y de cómo llevó adelante una idea surgida hace veinte años atrás.

Vale la pena leerla

Hasta la próxima!

Prof. Lic. Fernando Julio Silva, MSc.
Diciembre 2011

Artículo:
"Emprendedoras botánicas" - Tomado de Revista Ohlalá! - http://www.revistaohlala.com/1429578-emprendedoras-botanicas


Lucía Cané
Profesión: directora de la revista Jardín
Edad: 44

¿Qué te gusta de la naturaleza? "Soy muy jardinera. Me encanta llegar a la casa de una viejita, que me regale un gajito o me comparta algún secreto, alguna semillita, y me diga: 'Tomá, tiralo en tu jardín, que seguro te crece'."

Una abuela, un viaje, una idea. Así podemos delinear la historia profesional de Lucía, fundadora y directora editorial de una revista emblemática que ya tiene 20 años: Jardín, un proyecto que se gestó en la imaginación de una arriesgada veinteañera.

Lucía se crio viendo a su abuela cuidar de sus plantas como se cuida lo más querido, con amor, con dedicación, con mucho trabajo. "Tenía una quinta, e íbamos mucho a visitarla; pienso que de ahí saqué mi pasión por la jardinería." Así que cuando llegó la hora de elegir una carrera, estudió Floricultura y Jardinería en la Escuela O. Hall, dependiente de la UBA. Al terminar los estudios, viajó a Francia para realizar una pasantía en un jardín botánico, y ahí apareció la gran idea. "Un día, le comenté a un pasante francés que recibía una revista francesa muy buena, y él se asombró. '¡¿Cómo?! ¿No hay revistas locales?', me preguntó. Y no, no había. En el mercado de ese momento, 1992, no había ninguna revista de jardinería, sólo se publicaba una para los socios de horticultura.

Entonces, seguí de viaje y me quedé enganchada con la idea de hacer una revista. Volví y lo empecé a decir, y todos me alentaban, me decían: 'Yo te recomiendo a tal', 'yo te presto plata', y así...", recuerda.

Lucía tenía sólo 24 años cuando dio inicio a la revista. Al principio, con sólo cuatro números anuales, uno por cada estación del año, y después, ya incorporada a La Nación, se sumaron los especiales, los libros y los seminarios. Lo que más disfruta del trabajo es viajar, recorrer los jardines del interior del país, y si tiene que pensar una situación ideal, es con sus plantas: "Mi momento son los días de sol en el jardín, con un almácigo, sembrando las cosas para la próxima primavera, los chicos por ahí, ayudando o jugando".

http://www.revistaohlala.com/1429578-emprendedoras-botanicas

viernes, 9 de diciembre de 2011

Coaching: ¿Para qué me sirve? Por Fabián Gervasio

Encontré un artículo escrito por el Arq. Fabián Gervasio relacionado con el coaching y su experiencia con él.

Vale la pena leerlo, espero lo disfruten

Hasta la próxima!

Prof. Lic. Fernando Julio Silva, MSc.
Diciembre 2011

Artículo:

"Coaching: ¿Para que me sirve?"

Leyendo un cuento de Ernesto Sábato recordé  para que me podía servir el coaching, y esa idea me llevó directo a las armaduras que suelo utilizar en diferentes ámbitos, y se me ocurrió que si a mí me pasa quizás también le pase a otros, por lo que pregunté: ¿le servirá a otros?, no lo sé fue la primera respuesta que surgió pero al mismo tiempo pensé que si no lo compartía no tendría la posibilidad de enterarme.  Con esta decisión tomada, lo que restaba era sentarme frente a la computadora y escribir.
¿Qué era eso de las armaduras? esos trajes imaginarios que nos ponemos en diferentes ocasiones, para protegernos o para sostener, tantas formas, colores, materiales, texturas, que se yo, nuestra imaginación la puede crear y por consiguiente llevarla puesta a veces hasta sin darnos cuenta de ella, las preguntas del coach son las que me ayudaron a identificarla, tocarla, sentirla.
Y es en este texto de Ernesto Sábato de su libro La Resistencia en donde reflexioné sobre la posibilidad de dejar más tiempo la armadura colgada…
“Cuando somos sensibles, cuando nuestros poros no están cubiertos de las implacables capas, la cercanía con la presencia humana nos sacude, nos alienta, comprendemos que es el otro el que siempre nos salva.  Y si hemos llegado a la edad que tenemos es porque otros nos han ido salvando la vida, incesantemente.  A los años que tengo hoy. Puedo decir, dolorosamente, que toda vez que nos hemos perdido un encuentro humano algo quedó atrofiado en nosotros, o quebrado.  Muchas veces somos incapaces de un genuino encuentro porque sólo reconocemos a los otros en la medida que definen nuestro ser y nuestro modo de sentir, o que nos son propicios a nuestros proyectos.  Uno no puede detenerse en un encuentro porque está atestado de trabajos, de trámites, de ambiciones.  Y porque la magnitud de la ciudad nos supera. Entonces el otro ser humano no nos llega, no lo vemos.  Está más a nuestro alcance un desconocido con el que hablamos a través de la computadora.  En la calle, en los negocios, en los infinitos trámites, uno sabe -abstractamente- que está tratando con seres humanos pero en lo concreto tratamos a los demás como a otros tantos servidores informáticos o funcionales.  No vivimos esta relación de modo afectivo, como si tuviésemos una capa de protección contra  los acontecimientos humanos “desviantes” de la atención, los otros nos molestan, nos hacen perder el tiempo.  Lo que deja al hombre espantosamente solo, como si en medio de tantas personas, o por ello mismo, cundiera el autismo.”
¿Para qué me puede servir el coaching? para reflexionar cuando estoy leyendo, cuando estoy mirando una película, para limpiar mis poros cuando voy a abrazar a alguien que quiero, supongo que eso es mejor para mí, probar… cuesta, también puede traerme los resultados que quiero.
Arq. Fabián Gervasio – Coach Ontológico
Texto:
Sábato, Ernesto – La Resistencia 9na ed., Editorial Booket, Buenos Aires, 2011, pág. 22

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Un problema mal resuelto, a la larga causa un perjuicio peor

Recorriendo el "arcón de mis escritos" encontré un artículo que fue publicado por Roberto Seifert en la sección "Campo" del diario "La Nación" en el cual reproduce una entrevista que me realizara.  

El mismo hace referencia directa a una problemática surgida dentro del manejo de empresas agropecuarias, aunque lo tratado puede traspolarse a cualquier tipo de organización.

Espero les sea de utilidad

Hasta la próxima!

Prof. Lic. Fernando Julio Silva, MSc.
Diciembre 2011

Artículo:

Los conflictos personales dentro de la empresa: la relación entre los empleados y la conducta individual
El rostro preocupado de un operario es el primer indicio de que una crisis se avecina
Es fundamental detener la marcha al primer indicio de preocupación y plantear qué es lo que realmente sucede.
Muchas veces la pérdida de rendimiento de un operario rural habrá que encontrarla en el interior de su persona, al margen de su nivel de capacitación.
"¡Cuántas veces un conflicto menor mal resuelto ocasiona un mal más que importante a una empresa! "¡Cuántas veces vemos la cara de preocupación que se refleja en un empleado y esto hace que éste pierda parte de su eficiencia habitual!
"Ahora bien, ¿cuántas veces, como empresarios, también envueltos en nuestros propios conflictos laborales y personales, nos detenemos a preguntarle a esa persona qué le sucede?" Así es como el consultor de empresas para el agro Fernando Julio Silva planteó el traslado de los conflictos personales en el ámbito laboral y todos los trastornos que ello implica, incluso los económicos. Dice el especialista que "generalmente nos daremos cuenta una vez que el daño está hecho, o sea, cuando los números se vean afectados. Allí sí esa persona recibirá toda la atención que se merece, debiendo explicar el porqué de lo sucedido".
Según el licenciado Silva, si se hubiera detenido la marcha ante el primer indicio, es probable que ese conflicto en potencia se hubiese solucionado "con un costo ínfimo para todos los involucrados".

Destaca este asesor el hecho de que las empresas que prestan particular atención a sus empleados sufren menos conflictos y "tienen gente más satisfecha de trabajar en ese lugar".
Roces e internas

Para graficar sus dichos, Silva recordó un ejemplo que, según él mismo, lamentablemente se da con una frecuencia mayor que la deseada.
Se trata de un caso ocurrido hace diez años que planteó la problemática que aquejaba a una empresa productora de frutas de la zona de Cuyo.

La explotación, debido al crecimiento que experimentaba, decidió instalar sus oficinas comerciales en la ciudad de Buenos Aires, para lo cual uno de los dueños se trasladó hacia ésta, mientras que en el lugar de origen quedó la planta productora (las chacras) y el sector de empaque.
Cuenta Silva que todo se desarrollaba de manera normal, siguiendo con la curva de crecimiento esperada, hasta que, de manera repentina, comenzaron a caer los ingresos.
"Ante esta situación -apuntó el especialista- se decidió encarar un estudio de gestión, comenzando por evaluar al sector más nuevo de la empresa, la oficina en Buenos Aires, pero allí no se encontró nada anormal.
"En una segunda etapa -agregó- se trasladó el estudio al resto de la empresa, donde no se logró hallar ninguna causa aparente para esta merma."
La punta del ovillo
"Se prosigue con el estudio -continuó- hasta que, de manera bastante casual, al estar conversando con gente de una de las chacras surgió la punta del ovillo: uno de los trabajadores señaló un problema de carácter personal entre el ingeniero a cargo de las chacras y el gerente de empaque en la planta."
Según Silva, el problema -no laboral- había trascendido su ámbito natural y ahora se hallaba inserto en la empresa, y la forma en la cual se manifestaba era mediante un boicot que realizaba el ingeniero enviando poca o demasiada fruta a la planta, lo que producía los imaginables problemas.
"A este punto había que sumarle el apoyo incondicional que cada uno de los empleados brindaba a su respectivo jefe", continuó el asesor.
La solución adoptada no fue muy difícil, según el especialista. "Se convocó a ambos involucrados a una reunión a puertas cerradas en la cual pudieron zanjar sus diferencias. A partir de este encuentro se normalizó la situación en toda la empresa", concluyó Silva. .
Por Roberto Seifert
De la Redacción de LA NACION
Sábado 21 de julio de 2001

martes, 6 de diciembre de 2011

Retomo la tarea de consultoría desde el espacio de Emprendamos Negocios!

Volviendo a mis fuentes, retomo la tarea de consultoría en las siguientes áreas:
  • Delegación
  • Trabajo en equipo
  • Manejo & resolución de conflictos
  • Problemática de la empresa familiar
  • Comportamiento organizacional
  • Comportamiento del consumidor
  • Manejo de emprendimientos (PyME - Pequeña y Mediana Empresa) 
La propuesta incluye:
  • Análisis y resolución de casos
  • Capacitación & dictado de cursos - Presenciales y on-line
  • Asesoramiento integral en los temas planteados
Estas tareas se llevan a cabo en las zonas de Tandil (Pcia. de Buenos Aires, Argentina) y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Argentina) 

Forma de contacto:


Tel: 011 1567669996


Espero poder serle de ayuda!

Prof. Lic. Fernando Julio Silva, MSc.
Diciembre 2011