miércoles, 31 de octubre de 2012

Matías Viacaba la historia de un ejemplo de integración


Cada tanto las noticias nos sorprenden gratamente, este es el caso de Matías Viacaba y su esfuerzo para vencer los escollos que la vida le ha planteado.

Como siempre, su familia y entorno han sido de gran ayuda para él

Según nos cuenta el artículo escrito por Belén Fernández para Ámbito Financiero de Argentina, “Mati” es un joven que se ha convertido en un gran ejemplo para sus compañeros de rugby en el Club Universitario de Buenos Aires (C.U.B.A.).

Vale la pena tenerlo presente cuando pensemos que el mundo se nos viene abajo!

Hasta la próxima!

Prof. Lic. Fernando Julio Silva, MSc.
Octubre 2012

 Artículo:

Mati la historia de un ejemplo de integración

Tiene síndrome de Down, pero desde hace cinco años juega al rugby en CUBA a la par de sus compañeros

Por: Belén Fernández


Matías Viacaba tiene 18 años y juega al rugby en la categoría M 15 de CUBA.
  
Matías Viacaba juega al rugby hace cinco años en el Club Universitario de Buenos Aires, CUBA. Cada vez que entra a la cancha sus compañeros lo reciben con aplausos y las tribunas locales y visitantes se unen en un mismo grito de aliento. Su carisma conquista a todos. «Mati», como lo llaman en el club, tiene síndrome de Down y aprendió a luchar contra sus dificultades. «Él creció porque creyeron en él», sintetiza su fan número uno, Mausi Nicholson, su madre.

Matías tiene 18 años, juega en la posición de pilar y es el mayor de tres hermanos, Santiago, de 17, jugador del mismo deporte, y Gonzalo, de 13, que también tiene síndrome de Down y, al igual que sus hermanos, es un apasionado de la ovalada.

Al nombrar a «Mati», no hay nadie en CUBA que no deje entrever una sonrisa. Es que este pequeño «gran» deportista «nos voló la cabeza a todos, cambió los valores del grupo en una edad tan difícil como los 15 años», cuenta su entrenador de la categoría M 15, Marcos Ortiz de Rosas.

«Mati» hizo su primaria en el colegio de Los Santos Padres de Bella Vista, para luego seguir con sus estudios en un instituto especial. Este joven, que revolucionó a CUBA y al mundo del rugby, está de novio con Martina, una chica también con síndrome de Down. Ella lo acompaña a sus reuniones y a las fiestas del club, de las cuales no se pierden ninguna.

Viaja dos veces por semana en micro desde Villa de Mayo hasta el barrio porteño de Núñez para entrenar al igual que todos sus compañeros. Pero todo su esfuerzo vale la pena cuando los fines de semana sale al campo de juego a hacer lo que más le gusta: jugar al rugby, siempre acompañado de su familia que lo alienta más allá del resultado.

Y éste no fue un año más para Matías, es que pasó de la división infantil a la juvenil, un verdadero desafío. 

«Él tiene una gran capacidad de coordinación por eso se pudo adaptar, al igual que sus compañeros juega en la división de juveniles y hasta participa de las giras», contó el coordinador de esa categoría del club Guillermo Sanguinetti.

Su madre explicó que el año pasado participó de su primera gira de rugby con sede en Montevideo, lejos de extrañar a su familia disfrutó de cada minuto junto a sus amigos.

Pero no sólo creció en el deporte sino que sus logros y avances fueron notorios en todos los ámbitos de su vida. «Comprende todo lo que se dice, pero le cuesta comunicarse, hoy habla mucho más fluido y hasta logró romper con su timidez», cuenta lleno de orgullo Marcos, su entrenador.

«Cualquier chico en quien se confía crece, y es eso lo que pasó con Mati. Por eso mi eterno agradecimiento a sus amigos y sus entrenadores. Mati los conquistó a todos por su personalidad y por su carisma», dice con la voz repleta de alegría su madre.

Y es tal el reconocimiento a su esfuerzo, y al grupo que hace cinco años lo viene acompañando, que su rival Champagnat le envió una carta al presidente de CUBA, Marcelo Perry, para destacar el trabajo admirable que había desarrollado con este joven


viernes, 26 de octubre de 2012

El "virus" del emprendedor

Afecta tanto a personas jóvenes, de mediana edad o adultos mayores.

No es explicable, no existen antídotos y produce un efecto de búsqueda y felicidad constantes. Esto no significa que no existan sinsabores, fracasos, ganas de tirar todo al diablo…
Pero, una vez contagiados, el espíritu sopla más fuerte y vence todos los obstáculos.

De qué otra manera podría sino explicarse que una persona que tiene una posición laboral estable, y sin sobresaltos pueda – de un día para el otro dejar todo de lado y comenzar de cero, arriesgando sobre un terreno árido y desconocido?

Qué es lo que lleva a alguien de prestigio en un determinado ámbito a dejar lo conocido y arremangarse para adentrase en un proyecto incierto?

Por qué un padre o madre de familia que ya ha dejado atrás la mediana edad comienza nuevamente en algo distinto?

La respuesta es sencilla y común a todos: El virus del emprendedor se ha hecho presente en ellos.

Desde ya que uno solo percibe el cambio cuando éste es anunciado, pero el proceso comenzó largo tiempo atrás, conlleva un largo período de incubación (síntomas encubiertos) y solo estalla cuando está maduro.

Síntomas externos: Alegría, entusiasmo, energía desbordante, en síntesis: un renacer de la persona toda.

El espíritu golpea muchas puertas, pero solo en algunas es recibido y una vez allí, se instalan.

Es usted uno de los elegidos?

Hasta la próxima!

Prof. Lic. Fernando Julio Silva, MSc
Octubre 2012


“Historias de Emprendedores - LOCK IT” por Diego Pasjalidis

Les comparto en esta oportunidad un muy buena artículo de Diego Pasjalidis quien nos muestra como a partir de una idea conocida se puede dar una nueva vuelta y presentar un producto novedoso. Esta es la historia de Mariana Morales Blanco y su emprendimiento LOCK IT que ha desarrollado en Uruguay.

Vale la pena leerlo!
Hasta la próxima!
Prof. Lic. Fernando Julio Silva, MSc
Octubre 2012
Artículo:
Historias de Emprendedores LOCK IT”
El mundo está lleno de oportunidades para desarrollar negocios, sólo basta ajustar nuestra lente para poder encontrar la nuestra. ¿Hace cuánto existen los turistas? ¿Hace cuánto existen las terminales de ómnibus? Sin embargo, hace poco que existe LOCK IT.

Por Diego Pasjalidis*



Thomas Alva Edison dijo alguna vez que “el genio es 1% inspiración y 99% transpiración”. Y esta frase es también aplicable a la innovación: podemos discutir mucho en la teoría y jamás llegar a concretar el negocio perfecto, o podemos tomar un concepto, mejorarlo y generar un buen negocio.

Esto mismo fue lo que hizo Mariana Morales Blanco (MMB), una joven de 29 años de Rosario (Uruguay), que decidió lanzarse al mundo del emprendedorismo con un concepto que literalmente copió de otros países. Ajustándolo, desarrolló un negocio novedoso en el mercado uruguayo.

DP: ¿Qué es LOCK IT?

MMB: Es un servicio destinado a los “turistas de paso” o micro turismo, quienes concurren a un balneario o a un determinado sitio por un tiempo (unas horas) y que tienen la necesidad de guardar sus pertenencias (una mochila, una valija, etc.) en un sitio seguro y accesible. 

DP: ¿Cómo surgió la idea?

MMB: En realidad, la idea de lockers ya existe en otras partes del mundo. Yo estaba interesada en lanzar mi propio emprendimiento y quise conseguir apoyo a través de un concurso de proyectos. Para participar del mismo, me exigían ser innovadora. Esto hizo tomara la idea y le agregara algo diferente, que generara valor. Finalmente, en enero de 2011 comencé sola el negocio. Hoy somos tres personas, porque incorporé dos socios especialistas en programación web.

DP: ¿Cuál fue ese valor diferencial que agregaste a la idea?

MMB: Además de poder acceder al servicio en el lugar, nuestro modelo cuenta con un sistema de reservas vía internet, que permite precontratar con antelación el casillero, por el tiempo que el turista lo necesite. Además, brindamos información sobre servicios y actividades turísticas, recreativas y culturales para desarrollar en la zona periférica. Otro diferencial es un código para usar el casillero por un tiempo determinado: el cliente puede abrirlo y cerrarlo las veces que quieras durante ese tiempo, sin necesidad de volver a pagarlo cada vez, como ocurre generalmente en todo el mundo. También puede recontratarse desde el teléfono celular si se requiere utilizarlo por más tiempo del previsto.
Actualmente, nos encontramos desarrollando una tecnología específica para este negocio, que permite administrarlo integralmente vía web, sin necesidad de disponer de llaves físicas.

DP: ¿Cómo les está yendo?

MMB: Recién estamos comenzando. Tenemos dos puntos LOCK IT instalados: uno en el balneario de La Paloma y el otro en la terminal de la empresa de ómnibus COT en Chuy, ciudad caracterizada por limitar con Brasil y contar con un importante mercado de intercambio y free shops.

DP: ¿Cuáles son las características de tu cliente?

MMB: Es diferente en cada punto. En La Paloma, tenemos mayormente jóvenes que van al balneario en épocas de verano; mientras que en Chuy notamos un perfil más amplio de personas que asisten para comprar productos en la frontera, y guardan sus pertenencias mientras siguen comprando.

DP: ¿Todos los clientes son uruguayos?

MMB: El 80% lo es. Justamente, estamos trabajando en nuestro sitio web y nos estamos vinculando con sitios turísticos para que el extranjero nos conozca y pueda utilizar nuestros servicios.

DP: ¿Cuál es el costo?

MMB: En temporada alta de utilización, el servicio tiene un costo de unos 3,75 dólares por 4 horas de uso ó 7 dólares por una jornada completa.

DP: ¿Tienen muchos clientes? 

MMB: Hasta que terminemos de implementarlo, nuestro sistema es bastante artesanal, así que no tenemos claramente contabilizados cuántos de los usuarios son fieles y cuántos son nuevos. En 2011, nuestro servicio fue utilizado unas 1.500 veces.

DP: ¿Quiénes son tus competidores?

MMB: No tengo competidores directos. Lo que sí considero como “competidores indirectos” son los sustitutos, como el caso que el turista tenga algún familiar o amigo en la zona y pueda dejar con ellos sus pertenencias.

DP: ¿Qué impediría que un competidor aparezca?

MMB: Aunque ser el primero es una ventaja, hay otros elementos que dificultan la aparición de nuevas empresas. En primer lugar, tenemos convenios con los puntos donde instalamos nuestros lockers. Por otro lado, estamos desarrollando un sistema de administración integral, que incluye la web y la electrónica de los casilleros, que difícilmente sea imitable en el corto plazo. Todo esto nos permite ir un paso adelante y afianzar nuestro crecimiento para estar en mejor posición competitiva en el corto plazo.

DP: ¿Cómo te imaginas el crecimiento?
MMB: En principio, debemos tener desarrollada la tecnología. Hoy podemos administrar dos puntos de forma artesanal, pero necesitamos tener un sistema que nos permita obtener una mejor información y que sustente el crecimiento. Pensamos en expandirnos a 10 puntos en Uruguay, y tal vez más adelante desarrollar la presencia en otros países limítrofes, considerando la posibilidad de crecer mediante franquicias.

DP: Plan ambicioso. ¿Es tan fácil conseguir los canales y los clientes?

MMB: Hoy tenemos muchos interesados en instalar nuestros lockers. La clave es tener puntos instalados, ya que el cliente mayormente los conoce por circular en las terminales, donde decide la compra. Al punto de servicio le solucionamos una necesidad de forma gratuita y, además, compartimos la ganancia sobre el alquiler de los casilleros, sin que ellos realicen la mínima inversión. De esta forma, resulta más atractivo para los canales.

DP: Suena lógico, considerando al cliente uruguayo que visita los balnearios o va de compras. Pero, ¿qué pasa con el cliente extranjero? 

MMB: En ese caso, nuestra estrategia es diferente. Para este cliente estamos trabajando fuerte con las asociaciones turísticas. Tenemos el apoyo del Ministerio de Turismo, y estamos enfocándonos hacia agencias de viajes, tratando de incluir nuestro servicio como parte del paquete de ofertas.

DP: ¿Cuáles son los riesgos del negocio?
MMB: Una variable importante se asocia al clima. Un día lluvioso o de mucho frío no son ideales para ir a un balneario o de compras, lo que reduce la posibilidad de vender nuestros lockers. Otro factor es la seguridad: si bien el cliente está protegido por ley, además de contar con cámaras de seguridad en el lugar, somos conscientes de que es un elemento clave de nuestro negocio.
Minimizamos estos riesgos al estar en sitios monitoreados por personal de vigilancia y donde circula mucho público todo el tiempo, lo que hace que no sea tan sencillo violar alguno de los compartimentos.

DP: Si pudieras viajar en el tiempo hasta el momento en que apareció la idea, ¿qué te dirías?

MMB: Primero, que acuda a gente que conozca sobre turismo. Yo estudié ingeniería en telecomunicaciones y me estoy por graduar como ingeniera en sistemas. Sé de lo técnico, pero nada sobre el negocio turístico. Otro de los consejos que me daría es asesorarme en los aspectos necesarios para armar una empresa: estuve un año pagando el servicio de un contador, que no era necesario para el trámite a mensual realizar.

DP: ¿Qué le dirías a otros emprendedores a partir de tu experiencia?

MMB: Les diría que no tengan miedo, que todo pasa por las ganas de hacerlo. Que busquen asistencia especifica si no conocen el rubro, porque les va a evitar muchos problemas o demoras. Emprender es un proceso, no es un momento donde aparece la idea y listo. Hay que trabajar mucho y ponerle mucha energía.

Palabras finales…

A lo largo de la entrevista hubo varios conceptos que aparecían una y otra vez: especialistas, sistema y perfil de clientes.

El primero de los términos se relaciona a los inconvenientes o demoras por las que puede atravesar un emprendedor al desarrollar un negocio por no contar con información, por tenerla de manera insuficiente o por contar con ella de manera errónea. Para desarrollar un buen negocio debemos tener conocimientos específicos del producto, servicio, proceso y mercado, a la vez que debemos disponer de conocimientos y habilidades en gestión del mismo.

Por otra parte, el “sistema” es un elemento clave hoy en día. No disponer de un medio que nos provea la información necesaria para tomar decisiones nos puede llevar a perder oportunidades. No es lo mismo que un cliente utilice 10 veces el servicio durante un año, que 10 clientes lo hayan hecho una vez. Si bien en dinero hablamos de lo mismo, las decisiones que debiéramos tomar son diferentes. Conocer al cliente nos permite mejorar nuestro negocio y, para ello, un buen sistema de registro y administración es esencial.

Finalmente, el perfil de clientes. Si bien el producto LOCK IT parece satisfacer una necesidad clara, no es lo mismo un cliente que va a un balneario que uno que se dirige a realizar compras. Cada uno tiene su matiz a la hora de elegir, y a cada uno de ellos debemos cautivar con un mensaje y medio diferente. De la misma forma, no es lo mismo un turista uruguayo que uno extranjero.

En el caso de Mariana, corroboramos que para innovar no es necesario imaginar un negocio totalmente nuevo. A veces, con mínimos ajustes a un modelo o colocando un mismo concepto en otro mercado, también estamos haciendo innovación: vender lapiceras no tiene nada de innovador, pero hacerlo en el aeropuerto cuando los turistas deben pasar por Migraciones, ¡lo es!

(*) Director de Consultoría y Desarrollo Emprendedor de MATERIABIZ. Especialista en gestión de proyectos, desarrollo de nuevos negocios y dirección estratégica en empresas PYMEs. Profesor de Estrategias y de Innovación en Argentina y Perú.


lunes, 8 de octubre de 2012

Mujeres Emprendedoras: Los dulces de "Nucha"


Nuevo caso de alguien que lleva adelante un gusto y lo transforma en un negocio, este es el caso de “Nucha” quien logró hacer de su gusto por preparar dulces una fuente de ingresos. Para ello tuvo que capear difíciles momentos que vivió el país desde lo económico y con esfuerzo logró salir adelante.

El artículo fue escrito por Luján Scarpinelli para el diario La Nación de Argentina.

Vale la pena leerlo

Hasta la próxima!

Prof. Lic. Fernando Julio Silva, MSc
Octubre 2012

Artículo:
“Los dulces que nacieron en un garaje de Belgrano”

Por Luján Scarpinelli  | LA NACION


                                            "Nucha"

Nucha, el nombre escrito con rojo en imprenta minúscula, pertenece a una mujer. Regina Vaena -"Reginucha", en la infancia-, no sólo dio su identidad a una repostería. También la dotó de una historia. Impensada, por cierto, en tiempos de su juventud, cuando destinaba sus horas a las libros de química.

Lejos de esa ciencia, la pastelería se fue constituyendo como un pasatiempo. El tiempo, su matrimonio y sus tres hijos, hicieron que Nucha cambiara las fórmulas por recetas. A fines de los '70, una amiga hizo el primer encargo para vender sus tortas en su confitería. El pedido tenía una explicación: Regina hacía gala con sus dulces en kermeses, ferias de platos y otros eventos que organizaban sus hijos con el fin de recaudar dinero para viajes escolares.

La fama de buena repostera, estudiosa de esta rama gastronómica, se convenció de que si podía elaborar tortas para un negocio ajeno, también podría hacerlo para el propio. Y la cocina de la casa ubicada sobre la calle O'Higgins cobró la dinámica de un taller. Nucha no esperó que los clientes golpearan a la puerta; los fue a buscar en los cafés de Belgrano, con porciones de torta. Logró tentarlos con una de sus especialidades, aún vigente: la torta "africana", chocolatosa, húmeda y cubierta de cacao. No falló. Años más tarde, la puerta del garaje se abrió para los vecinos. 

En 1989, la inflación galopaba en el país. Sin embargo, ese fue el año en el que Nucha -el negocio- empezó a tomar forma con un mostrador y una heladera. Los menores de la casa, Ariel, Galia y Javier Ickowicz, colaboraban en la naciente empresa, aunque el paso de los años y la elección de distintos caminos dejó en manos del último la pata comercial. 

El siguiente paso adelante fue, paradójicamente, en otro mal momento: en 2001, el primer local de Nucha se inauguró en la esquina de O'Higgins y Zabala. Al año siguiente se abrió una pequeña fábrica, que, en 2006 se trasladó a las instalaciones actuales. Allí, sobre la calle Paz Soldán, Nucha sigue ideando nuevas tentaciones. 

Un libro de recetas, 200 empleados, ocho locales y una pronta expansión al interior forman parte de la conquista esta mujer de 70 años que sigue propagando dulzura

La calma chicha en la espera laboral


             


Los amantes de la navegación a vela conocen el término que define una situación de ausencia de viento que permita que la embarcación se desplace por el agua.

Nada puede hacerse en ese tiempo sino esperar a que la situación cambie y podamos movernos nuevamente. El tiempo puede ser corto o largo, no lo sabemos.

Quiero utilizar esta imagen como indicador de qué nos sucede cuando estamos en una situación de espera de un llamado a partir de una entrevista ya mantenida o cuando hemos enviado nuestro CV y todavía no nos han contactado, y tampoco hay certeza de que ello ocurra.

Transcurrimos ese tiempo como quien se encuentra en un velero a la espera de que la situación cambie, por más que tratamos de distraernos con otras actividades no está en nuestras manos el poder acelerar los tiempos.

Durante este período nos plantearemos si hemos hecho lo correcto, si habremos dado lo mejor en nuestra presentación, si somos “buenos en lo nuestro”, si tal vez ya no somos “demasiado viejos” para el mercado actual, qué sucederá si el llamado no se produce, etc., etc. Nos puede asaltar la angustia, nos sentimos abatidos, desganados.

También puede suceder, al igual que con el viento, que la realidad soplé hacia otro lado y nos lleve a un puerto que no era el originalmente buscado, y a lo mejor este destino no planeado es el mejor.

Para concluir, ante esta situación de tensa calma, lo mejor es tratar de estar preparado para lo que venga, aún desconociendo qué puede ser aquello que nos espera ya que si el viento regresa de repente y lo hace con fuerza será mejor estar bien firme para poder seguir la corriente sin sobresaltos.

Hasta la próxima!

Prof. Lic. Fernando Julio Silva, MSc
Octubre 2012

Curso virtual sobre trabajo en equipo en conjunto con ESEADE


A partir del próximo mes de Noviembre estaré brindando un curso virtual sobre trabajo en equipo en conjunto con la gente de ESEADE.

La duración del mismo es de seis semanas.

Para quienes estén interesados les dejo el link en el cual podrán obtener mayor información



                                  http://www.eseade.edu.ar/

y desde allí abrir la solapa de "ESEADE virtual"


Hasta la próxima!

Prof. Lic. Fernando Julio Silva, MSc.
Octubre 2012

Mujeres Emprendedoras: El caso de Florencia Llompart, de los números al tejido


En esta oportunidad les presento otro caso de una actividad que comenzó siendo un hobby y como complemento de otra principal y terminó convirtiéndose en la mayor con el paso del tiempo.
Interesante el caso de Florencia Llompart que fue relatado por Paula Ancery a través del diario Clarín de Argentina
Hasta la próxima!

Prof. Lic. Fernando Julio Silva, MSc
Octubre 2012
Artículo:
“Indumentaria femenina tejida”
7 OCT 2012 EMPRENDEDORES
Florencia Llompart empezó a vender sus diseños por el boca a boca, siguió fabricando para marcas instaladas y finalmente lanzó la suya propia, que se consigue en unos 40 locales multimarca. Terceriza la producción y vende a mayoristas.
Por PAULA ANCERY

                                                               Florencia Llompart
Les dijo a los pretendientes que tenían tomada su casa en ausencia de su marido que elegiría a alguno de ellos cuando terminara de tejer. Pero destejía por las noches lo que había tejido durante el día, artilugio que le permitió a Penélope recibir a Ulises con su virtud intacta, dice la leyenda. Por esto, quizás, hace muchísimos siglos que tejer se considera una actividad eminentemente femenina, idea que ni siquiera pudo erradicar la revolución industrial. En las últimas generaciones, sin embargo, se la veía más como una imagen arquetípica de las mujeres mayores; pero sigue habiendo chicas jóvenes a quienes les gusta, y que no necesitan artilugios que las incentiven.
Pero en la era del diseño artesanal cool, alguien tenía que hacerse cargo del tejido. A Florencia Llompart siempre le interesó la moda, así como siempre le habían gustado los números. Eligió como carrera la Contabilidad, y ya estaba trabajando en una multinacional cuando se dio cuenta de que los números le gustaban, pero las leyes, no tanto.
“Empecé en 2005, un poco como un hobby”, cuenta. “Dibujé un par de diseños, mi mamá –que se convirtió en mi socia– me los tejió, yo salí a venderlos y me fue muy bien”. El boca a boca hizo el resto. “Una amiga de una amiga veía uno de mis sweaters y venía a pedírmelo para que se lo vendiera, trabajaba así. Hasta que en 2006 lo vi viable y empecé a hacer producto terminado para otras marcas”.
Ese paso, claro, implicó buscar proveedores de hilados y talleres externos en los cuales tercerizar la producción. También funcionó como instancia de verificación de que sus diseños tenían el nivel de calidad y aceptación necesarios para largarse con la marca propia. “En 2008 dejé de trabajar para terceros porque era doble trabajo: no les cobraba el diseño y les hacía de taller”, completa.
Comenzó fabricando únicamente pullovers para después ir ampliando la línea a todo tipo de prendas para la mujer. “Y ya en 2011 empecé a hacer promoción, de manera comercial, en eventos como BAF Week o Puro Diseño, para que el público me conozca. Si no, seguía trabajando con amigas de amigas o con los locales de las madres de mis amigas”, se ríe la emprendedora.
De norte a sur Llompart eligió no vender por Internet ni tener local propio a la calle, al menos durante un buen tiempo. Pero tiene un showroom en Belgrano al que acuden algunas clientas, pero donde lo que más hace es mostrarles a los dueños de los locales su colección completa. “Trabajo casi totalmente con mayoristas y en forma directa”, cuenta.
La marca Florencia Llompart está presente en unos 40 locales multimarca, de los cuales sólo cuatro están en Buenos Aires. Sus productos están en todo el país, desde Tucumán –donde las consumidoras son más proclives a aceptar la audacia en el color– hasta Comodoro Rivadavia –donde el gusto se inclina más por el estilo urbano. La mayor parte de las clientas se ubica en el segmento de 30 a 50 años, pero las hay mucho más jóvenes y mucho mayores