viernes, 26 de octubre de 2012

El "virus" del emprendedor

Afecta tanto a personas jóvenes, de mediana edad o adultos mayores.

No es explicable, no existen antídotos y produce un efecto de búsqueda y felicidad constantes. Esto no significa que no existan sinsabores, fracasos, ganas de tirar todo al diablo…
Pero, una vez contagiados, el espíritu sopla más fuerte y vence todos los obstáculos.

De qué otra manera podría sino explicarse que una persona que tiene una posición laboral estable, y sin sobresaltos pueda – de un día para el otro dejar todo de lado y comenzar de cero, arriesgando sobre un terreno árido y desconocido?

Qué es lo que lleva a alguien de prestigio en un determinado ámbito a dejar lo conocido y arremangarse para adentrase en un proyecto incierto?

Por qué un padre o madre de familia que ya ha dejado atrás la mediana edad comienza nuevamente en algo distinto?

La respuesta es sencilla y común a todos: El virus del emprendedor se ha hecho presente en ellos.

Desde ya que uno solo percibe el cambio cuando éste es anunciado, pero el proceso comenzó largo tiempo atrás, conlleva un largo período de incubación (síntomas encubiertos) y solo estalla cuando está maduro.

Síntomas externos: Alegría, entusiasmo, energía desbordante, en síntesis: un renacer de la persona toda.

El espíritu golpea muchas puertas, pero solo en algunas es recibido y una vez allí, se instalan.

Es usted uno de los elegidos?

Hasta la próxima!

Prof. Lic. Fernando Julio Silva, MSc
Octubre 2012


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