miércoles, 2 de noviembre de 2011

Conflictos mal resueltos: cuidado con los icebergs!

"Tengan cuidado con el iceberg" podría decirse que fue la frase del capitán del "Titanic" una vez que el barco había naufragado.

En muchas ocasiones - tanto laborales como de la vida diaria - las personas nos encontramos ante la presencia de situaciones que producen conflictos; a veces las ignoramos, otras les prestamos cierto grado de atención y pocas veces les damos el espacio que realmente merecen.

En este artículo quiero ocuparme de aquellas en las cuales nuestra atención es poca.

En distintas situaciones atendemos con poca atención a quién nos presenta un problema diciendo cosas como: "Lo veremos más adelante", "dejalo que después me ocupo", "ahora estoy ocupado, vení más tarde", etc.

Estas y muchas otras son el tipo de respuestas que más comúnmente reciben aquellos que van con una situación que les incomoda.

Quién los atiende - por otro lado - supone que brindó una respuesta satisfactoria y se olvida del tema, dándolo por resuelto.

El tiempo pasa y los dos actores principales (el que llevó el planteo y el que dio la respuesta) tienen sensaciones muy distintas. En el caso del primero, el malestar persiste y se incrementa. En el caso del segundo, se olvidó del tema por completo.

Un día, como salido de la nada, el conflicto estalla y todo se cae en mil pedazos.

"Qué pasó?" se pregunta quien se había desentendido del tema. "Si esto ya lo tratamos y fue resuelto de manera exitosa!", argumenta

El que fue con la inquietud le responde que "En realidad usted nunca tuvo tiempo para atender mi reclamo, tan solo presentó excusas y dijo que no podía resolverlo en ese momento"

Cualquier similitud con la vida real "puede" que no sea mera coincidencia...

Recordemos al viejo capitán, él tampoco prestó demasiada atención al iceberg que el barco tenía enfrente, solo se dijo esta nave está construida lo suficientemente fuerte como para resistir cualquier problema que le haga frente. Cuando quiso reaccionar fue tarde!

Asociándolo con los conflictos, no debemos prestar solamente atención a lo que vemos en la superficie, generalmente la peor parte es la que no sale a la luz y es allí donde debemos centrar toda nuestra atención.

Un conflicto debe ser evaluado y solucionado hasta que no quede ninguna braza que pueda volver a encender el fuego!

Espero les sirva para que puedan esquivar los distintos icebergs que se presentan en el mar de la vida!

Hasta la próxima!

Prof. Lic. Fernando Julio Silva, MSc
Noviembre 2011

1 comentario:

Lic. Inés Ferraco dijo...

Es interesante retomar la clásica metáfora del iceberg cuando nos referimos al abordaje de conflictos. La misma nos permite visualizar clara y gráficamente uno de los aspectos escenciales que se ponen en juego en un proceso de abordaje de conflictos que nos permita intentar una solución con la que acuerden ambas partes. Cuando se gesta un conflicto suele haber una dosis importante de componentes ajenos al mismo y que en apariencia no estarían vinculados al nudo de la cuestión. Sin embargo, si no son abordados estos temas asociados al conflicto, solemos arribar a una "solución" momentánea. Esto es así porque las cuestiones latentes, por lo general de más peso que los motivos aparentes del conflicto,al no ser abordadas en profundidad vuelven a aflorar frente a alguna discusión o conflicto que no son a la vista tan significantes.
"Cuidado con el iceberg"!!! No debemos dejar fragmentos de él a la deriva....