sábado, 17 de marzo de 2012

Cuando para poder ser hay que tener

Este es un tema muy candente en nuestra sociedad desde hace ya algunos años y que, lamentablemente, se ve incrementado con el paso del tiempo.

Ya conocen mi gusto por presentar los temas contando breves historias, así que esta vez no será la excepción!
Una idea básica de esta historia llegó a mis oídos a fines de los 90, pero por desgracia sigue siendo actual

Un gerente de una gran multinacional vivía de su trabajo pero no solo para la subsistencia propia y del grupo familiar sino que este “status” era trasladado a su entorno, esto es: su mujer era la mujer del gerente, sus hijos los hijos del gerente, sus amigos del club los amigos del…, sus vecinos los vecinos del…, etc.
Todo transcurría en “paz y felicidad

De un día para el otro le comunicaron a nuestro personaje que debido a una decisión de la casa matriz de recortar costos, a fin de mes dejaba de pertenecer a la empresa.
El impacto fue grande, tanto que decidió no comunicarle nada a nadie.

Transcurrido el mes siguió con su rutina como si nada pasara, todos los días salía de su casa en el mismo horario diciendo que iba a la oficina, solo que su destino había cambiado… ahora iba a una plaza donde trascurría su día pensando qué hacer.
Pasado el tiempo tomó una decisión, lo iba a comentar en su entorno familiar.

Así lo hizo, la respuesta que recibió fue… Cómo nos haces esto? Qué vamos a hacer ahora? Qué dirán nuestros “amigos”, vecinos, la gente del club? Y todos los etc. Que quieran imaginarse

Lo que siguió fue un puro efecto dominó: la mujer dejó de tener los privilegios de ser la mujer del gerente, igual sucedió con los hijos, los “amigos del club” desaparecieron, los vecinos parecían pensar que en esa casa no vivía nadie.
Conclusión.

Cuántas veces nos dejamos llevar por el “tener”, pensando que solo seremos aceptados si usamos tal o cual producto (llámese ropa, perfume, lugar vacacional, auto, etc.).
En algunos casos este tema se torna enfermizo ya que la persona sufre distintos trastornos cuando queda fuera, o no puede alcanzar, estos “espacios de privilegio

Ahora, yo me pregunto y dentro de todo esto el SER persona dónde quedó? O será que en estos tiempos solo puedo SER si POSEO?
Hasta la próxima!

Un cordial saludo
Prof. Lic. Fernando Julio Silva, MSc
Marzo 2012  

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Esto afecta a todas las clases sociales. En las clases más bajas, también domina el "tanto tienes, tanto vales", y se entiende al uso de unas zapatillas deportivas caras o de un celular último modelo, como una forma de ascender socialmente y de pertenecer.

Los medios de comunicación, a los que estamos expuestos sistemáticamente, son grandes responsables. El marketing que constantemente avanza sobre la psicología del "bienestar", el "éxito" y la "estética", erosionan el ego y reemplazan los mejores valores por lo material.

Creo que una forma de revertir este proceso, es comenzar por nuestro propio entorno. Hablar con nuestra propia familia, con amigos, con colegas. Porque como dice un amigo: ...Y al fin y al cabo, actuar sobre la realidad y cambiarla, aunque sea un poquito, es la única manera de probar que la realidad es transformable...

Saludos!

Unknown dijo...

Muy ilustrativa la historia. Lamento que el desarrollo de la temática propuesta por el título no haya pasado de eso.
Sugiero que una "pista" para seguir indagando y pensando el tema puede ser "el olvido del Ser" propuesto por Heidegger, que acontece sobre todo en la sociedad occidental moderna como consecuencia de un error en la orientación de las preguntas más originales.
Saludos.

Fernando Julio Silva dijo...

Estimado Pablo

Agradezco el comentario.

La idea era plantear a partir de una historia un tema que afecta a la sociedad - pasada & actual - pero sin llevarlo a un planteo filosófico ya que el mismo excede a este ámbito

Un cordial saludo

Fernando

Fernando Julio Silva dijo...

Estimado "Anónimo"

Agradezco tus acertadas palabras

Un cordial saludo

Fernando