martes, 22 de agosto de 2017

CURSO DE COMUNICACIÓN EFECTIVA PARA LÍDERES EN LA CIUDAD DE BUENOS AIRES



Estaré dictando este curso sobre Comunicación Efectiva para Líderes en la Ciudad de Buenos Aires los días Martes entre el 19 de Septiembre y el 10 de Octubre. 

Si están interesados, los invito a inscribirse al mismo; para ello pueden seguir el siguiente link: 
https://www.eventbrite.com.ar/e/comunicacion-efectiva-para-lideres-tickets-37109135423 

Será hasta la próxima!

Un cordial saludo

Lic. Fernando Julio Silva, MSc
Agosto 2017

martes, 25 de julio de 2017

La comunicación errónea en el lugar incorrecto

Hace una semana entré a comprar vasos térmicos descartables a un negocio de la zona de Belgrano en la ciudad de Buenos Aires.

Me encontraba allí eligiendo los que necesitaba cuando de manera imprevista comenzó un intercambio de palabras entre dos empleadas de la tienda. Una le dijo a la otra que deseaba hablar con ella y paso seguido se dirigieron al fondo del negocio.

Comenzaron a discutir de manera acalorada y con la puerta abierta, a medida que la conversación subía de tono se trasladaron hacia el lugar de atención al público donde distanciándose siguieron con su intercambio dialéctico sin considerar a los clientes que nos encontrábamos allí presentes.

Se dijeron una buena serie de adjetivos calificativos hasta que una de ellas comenzó a llorar y se retiró nuevamente hacia el fondo mientras que la otra seguía mascullando.

Trató de intervenir uno de los encargados pero no logró que bajase la intensidad de la situación. Luego se acercó la dueña con resultado similar

Al acercarme a la caja para abonar la compra, les comenté lo negativo de esa situación ante terceros que indirectamente nos vimos forzados a presenciar esa escena, a lo cual – y en forma de disculpas – el encargado respondió “es un problema que se da entre personas”

Más allá de la anécdota en sí misma, cuántas veces esto sucede dentro de organizaciones y trasciende el ámbito propio de éstas; haciendo participes innecesarios a personas que no deberían serlo.
La falta de espacios en los cuales se puedan dirimir estos temas fallas en el manejo de las personas que trabajan para una organización llevan a que ello suceda. Siendo estos temas de fácil solución si se proveen las herramientas necesarias.

Hasta la próxima!

Prof. Lic. Fernando Julio Silva, MSc
Julio 2017      

jueves, 20 de julio de 2017

De persona de la calle a emprendedor

Tomo este buen ejemplo de que querer es poder que ha publicado Silvia Stang en el diario La Nación de Buenos Aires Argentina para compartirlo con todos ustedes. Espero disfruten del mismo.

Hasta la próxima!

Prof. Lic. Fernando Julio Silva
Julio 2017


De ciruja a emprendedor y motivador

Por Silvia Stang LA NACION 19/07/2017

"¿No entendés que no podés estar acá?", cuenta que le preguntó, con mirada desafiante, el subdirector del Hospital Neonatal de Córdoba. Néstor asintió, pero, antes de irse, la necesidad lo llevó a defenderse: "Yo entiendo, pero quizá hasta que usted me mande a echar, yo llego a vender algo y con eso tengo para darles de comer a mis hijas". Hace una década y media, tras varios rebusques para conseguir ingresos para su familia, Néstor Dias empezó con su compañera, "la colorada", a hacer ropa para recién nacidos a partir de retazos que descartaba una fábrica textil.

En esos años, el atardecer de cada día encontraba al emprendedor en la calle, revolviendo en el interior de las bolsas para separar lo que podía servir de insumo. Hoy dice que esa actividad lo convirtió en un ciruja, que sentía vergüenza y que se hacía mil preguntas durante las largas caminatas que le requería su tarea. Al llegar a casa, la misión era aplicar una geometría minuciosa, en procura de que las telas sirvieran para la mayor cantidad posible de escarpines. Y entonces, a cortar, a coser y a vender.

Así había llegado a su rutina de estirar una manta en el suelo, en el ingreso a la maternidad, para ofrecer las prendas. El día en que se animó a explicar su situación fue llamado para tener una charla con el directivo, que lo escuchó y le dio un permiso para vender.

La producción empezó a crecer, con pedidos mayoristas para ventas en otros lugares y con ayuda de personas e instituciones que vieron valor no solo en la historia de Néstor, sino también en las prendas que llevaban las marcas Mis Caruchas y Chavitos. En 2006, con algunas cuestiones de la dinámica del negocio ya aprendidas, se anotó en un concurso de emprendedores de la Fundación Impulsar. Tras asistir a una capacitación, el desafío era armar un plan de negocios. Que su proyecto fuera seleccionado le permitió acceder a un crédito y hasta participar, un par de años después, de un certamen global de emprendedores.

Con el tiempo, el negocio creció y chocó con varios problemas (incluidos juicios laborales), que llevaron a replanificar y a bajar las pretensiones de expansión. "Ahora quiero hacer todo a conciencia; tenemos cuatro hijos y quiero disfrutarlos, quiero trabajar sin dejar la vida en eso", afirma Néstor, que el mes pasado contó su experiencia en el encuentro anual de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE), y que suele hablar ante emprendedores. Su experiencia lo llevó a participar de un programa del gobierno de Córdoba de emprendedorismo.

En plena temporada alta de ventas, estima que este mes los pedidos llegarán a 4000 prendas.

Hoy tiene tercerizada la producción (dice que las dificultades y el contexto lo llevaron a adoptar ese esquema), y en la entrada de la maternidad siguen las ventas, a cargo de mujeres en situación de vulnerabilidad, que reciben una comisión. Hasta ahora, las prendas de bebe (y algunas otras hechas a pedido, como bufandas) se consiguen sólo en Córdoba, pero en poco tiempo llegará un producto a farmacias de todo el país. "Lo podremos hacer porque se nos aprobó un crédito del Banco Nación para capital de trabajo", explica. Y concluye que esas ayudas que aparecen en el camino, se suman a la voluntad y al empeño para que sea posible crecer.


jueves, 18 de mayo de 2017

A continuación un nuevo ejemplo de perseverancia que nos muestra que cuando deseamos fervientemente alcanzar una meta lo podemos hacer

Hasta la próxima!

Prof. Lic. Fernando Julio Silva
Mayo 2017

Tiene 94 años y se recibió en la universidad con un promedio de 10

Tuvo que dejar su carrera para cuidar a sus hijos; 50 años después la retomó y se convirtió en la mejor alumna de su clase.

JUEVES 18 DE MAYO DE 2017 • 00:20



Amy Cratón, a sus 94 años, logró obtener el título de Bachiller en Artes en Escritura Creativa e Ingléses. Foto: Southern New Hampshire University

Nunca es tarde para convertir un sueño en realidad, y la historia de Amy Cratón es la prueba de que con esfuerzo y ganas muchos de nuestros objetivos en la vida se pueden alcanzar. A la edad de 94 y luego de haberse alejado de la universidad durante un período de 50 años, esta bisabuela logró terminar la carrera que empezó en 1962 y lo hizo, nada más ni nada menos, que con un promedio de 10.

"No podía quedarme sentada viendo Netflix todo el tiempo", confesó en un video proporcionado por la Southern New Hampshire University (SNHU). Cratón sentía que tenía que terminar con la carrera que alguna vez había comenzado y que por distintos motivos nunca había podido terminar. "Siempre me gustó estudiar, pero cuando me divorcié tuve que dedicarme a criar mis hijos. Ahora que ellos ya están adultos, pude retomar aquello que había dejado pendiente", dijo en una entrevista a la NBC News.

Así fue que en 2013 Amy decidió inscribirse en la SNHU para comenzar nuevamente sus estudios pero de manera online. En silla de ruedas y con dificultades auditivas, Cratón presenció cada una de las clases en su casa de Honolulu, Hawai y de a poco, con mucha tenacidad, no sólo logró obtener el título de Bachiller en Artes en Escritura Creativa e Inglés, sino también se convirtió en la alumna con mejores calificaciones de toda su clase.

"Trato de vivir mi vida al máximo. Si estás en casa, tomá un libro y lee. Expandite, ampliá tus conocimientos y tu vida", aconseja esta bisabuela que, además, revela que cuando uno hace algo por uno mismo logra sin duda una sensación de bienestar y una profunda alegría en el corazón.
De Hawaii al mundo

Cratón nació en Malden, Massachusetts, al norte de Boston, y ya de grande, luego de haberse divorciado, crió a sus niños en Mountain View, California. Para mantener a su familia trabajó como asistente administrativa hasta que, por una recompensa de un jefe que tenía, llegó a Hawaii, la isla que la enamoró definitivamente y pasó allí el resto de sus días.

Al retomar la universidad, uno de los mayores desafíos que se le presentó fue la diferencia de seis horas entre Hawaii y New Hampshire. Pero ni el tiempo ni la distancia pudieron con el objetivo de Amy. Ella se quedaba despierta hasta altas horas de la noche para aprender sus lecciones. Su dedicación fue tal que el presidente de SNHU, Paul LeBlanc, voló de la Escuela de Manchester a Honolulu para concederle personalmente su diploma en una fiesta sorpresa de graduación en la que, además, estuvieron todos sus compañeros de clase.

"Es una historia sobre el coraje y la perseverancia, y 52 años después, finalmente terminó ese curso", dijo LeBlanc en el video de la escuela. "En otro nivel, es la historia de millones de estadounidenses que nunca terminaron: la vida se interpuso en el camino de Amy".

Una verdadera fuente de inspiración, un ejemplo a seguir, así la definió, el presidente de la universidad. "Hay mucho entusiasmo por su historia".

No contenta con alcanzar una de sus metas más anheladas, la bisabuela desafía al paso del tiempo, una vez más: "Ahora siento como si estuviera a mitad de camino. Tengo que seguir aprendiendo", dice. Así parece: Amy se anotó en una maestría que la tiene más que ocupada. "Mientras consiga buenas calificaciones, seré feliz", finalizó.

Vos también podés contar tu historia e inspirar a otras personas, puede ser propia o de algún familiar o conocido. Si la querés compartir, escribinos a  PalabrasMayores@lanacion.com.ar 


viernes, 8 de febrero de 2013

Cuando la edad no es impedimento: Asiste a su primer día de clases en la universidad a los 76 años


Les traigo otra interesante historia de una persona – Beatriz – que no se deja llevar por el almanaque cuando de seguir formándose se trata. Valga como ejemplo!

Espero la disfruten

Hasta la próxima!

Prof. Lic. Fernando Julio Silva, MSc
Febrero 2013

Artículo:
A los 76 años vivió su primer día de clases en la universidad”

POR LUCAS CRUZADO



            Beatriz Guzmán terminó el secundario el año pasado. Y ayer comenzó a cursar Psicología.

CORDOBA. CORRESPONSAL -  06/02/13

A Beatriz la impulsan sus 76 años y unas ganas locas por aprender. No importa que tenga que despertarse temprano y caminar 15 largas cuadras para ingresar a ese auditorio repleto de juventud. Mucho menos que la memoria le pueda jugar una mala pasada en algún examen futuro. Su vocación por el estudio se sobrepone a todo. “Quiero leer y superarme un poquito todos los días... Y si puedo recibirme, mejor…”, le cuenta a Clarín esta flamante bisabuela universitaria, unos minutos antes de asistir a su primer día de clases como alumna en la carrera de Psicología que empezó a cursar ayer en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).

Son las 8.50 y Bety avanza a paso firme con una cuadernito naranja debajo de su brazo derecho. A su alrededor, el mundo de los estudiantes ya empezó a rodar. Cuenta que los nervios le coparon el estómago y la ansiedad la desveló. Pero ahí está ella, a pocos pasos de concretar su sueño. “De chiquita siempre me interesó el estudio pero como tuve que trabajar no pude seguir… Y mirá, acá me tenés, a punto de ingresar a un aula con esta edad”, rememora, antes de encarar la última curva que la llevará hacia al auditorio del Rectorado donde tendrá su bautismo.

Dionisia Beatriz Raquel Guzmán es jubilada, vive en el barrio Ciudadela de la capital cordobesa y terminó el año pasado la secundaria con promedio envidiable: 9,30. “Hice la primaria a los 61. Luego se enfermó mi esposo y abandoné. A los 73 años retomé los estudios y terminé en diciembre pasado”, señala a este diario. Y se explaya: “En tres años me di cuenta de que mi edad no era una barrera sino una oportunidad para empezar cosas nuevas”.

El preceptor del colegio del Centro Educativo de Nivel Medio para Adultos (C.E.N.M.A 125) donde la bisabuela cursó hasta el año pasado, Daniel Saine, la describió a Clarín como “una señora muy humilde, solidaria, aplicada y respetuosa. Fue una muy buena compañera que contagió al resto de sus compañeros”.
Sus tres hijos, siete nietos y dos bisnietos son el motorcito anímico que la motiva todos los días. “Desde que enviudé ellos me ayudan mucho y me apoyan en todas las decisiones”, relata la mujer, que trabajó como empleada doméstica y hoy vive de una pensión y de “alguna ayuda que me hacen mis hijos”.

¿Por qué eligió seguir la carrera de Psicología?

Me parece una carrera muy importante. Me entusiasma mucho estudiar la mente para conocer en profundidad a las personas. Me gusta la psicología social. Mi sueño es poder ayudar a los demás para que puedan superar sus problemas.

El Curso de Nivelación para Psicología dura siete semanas y tiene dos parciales claves. “Pude hacerme del material y estoy estudiando desde hace un tiempo. No me apura nadie pero soy bastante exigente conmigo misma”, describe Bety, que aprendió a leer y a escribir gracias a los recortes de los diarios y hoy tiene página en la red social Facebook. “La manejo más o menos”, detalla.

A las 9.02, el bullicio y la voz que se propaga por el micrófono del profesor Germán Pereno anuncian que la primera clase está a punto de comenzar. Beatriz acelera el paso entre los jóvenes, pide permiso, bordea el auditorio y consigue –milagrosamente– un banco en el costado izquierdo del aula. “Bienvenidos”, dice Pereno desde el escenario. Entonces, ella abre su cuaderno naranja, toma una lapicera negra y, a los 76 años, empieza a escribir las primeras palabras de un nuevo capítulo en su vida


lunes, 19 de noviembre de 2012

La historia de la joven Abogada Nieves Sánchez Montero: En plena actividad a sus 83 años!


A partir de un artículo que publicara en mi espacio contando la historia de una joven graduada de 78 años, Ana Muniesa me hizo partícipe de otra gran historia, el caso de Nieves Sánchez Montero,  quien se recibió de abogada en España a los 61 años de edad y hoy con jóvenes 83, sigue en actividad.

Como cuando decidimos permanecer activos pese a las inclemencias de la vida y el paso del tiempo el transcurso de nuestro existir se vuelve más vivaz.

Vale la pena leerla!  

Hasta la próxima!

Prof. Lic. Fernando Julio Silva, MSc.
Noviembre 2012

Artículo:

La historia de Nieves Sánchez Montero A los 61 años pude por fin ser abogada"


                                                            Dra. Nieves Sánchez Montero

Septiembre 2011

A punto de cumplir 83 años, Nieves Sánchez Montero sigue ejerciendo como abogado y tiene para rato. Se matriculó en Derecho en la UNED en 1980, cuando tenía 51 años porque antes no pudo estudiar y recuerda los años de estudiante como “los más felices porque gracias a la Universidad a Distancia pude al fin hacer realidad aquella vocación que tuve en mi juventud y no pude conseguir entonces”.

Pero Nieves no sólo es la abogada ejerciente con más edad del colectivo de Abogados, cómo certifica el Colegio de Abogados de Las Palmas, también es la primera mujer piloto de avión de Canarias, la primera en participar en un rally de montaña y de las primeras en cursar la carrera de Derecho en la UNED, vamos una mujer luchadora que ha conseguido todo lo que se proponía y eso que tenía casi todo en contra.

Hoy, Nieves nos cuenta su experiencia vital en esta carta titulada “Mis vivencias en la UNED”.

"Mis vivencias en la UNED" por Nieves Sánchez Montero

Nací en la calle de Triana en Las Palmas de Gran Canaria en el año 1928. Fui la menor y única niña de la familia, por lo que, como era natural en aquellos tiempos, fui educada con mimo y esmero para ser de mayor una buena ama de casa.

Tenía una curiosidad insaciable por conocer todo aquello que me atraía pero me veía con el handicap de que mis padres me sobreprotegían, comparada a la vida más libre que llevaban mis hermanos mayores con bastante diferencia edad conmigo. Mis progenitores casi nunca salían de casa; mi madre dedicada por completo al hogar y mi padre al comercio, así que yo no salía mucho.

A medida que pasaba el tiempo y me iba haciendo mayor, más crecían mis deseos por estudiar y conocer mundo y un día les dije a mis padres que quería estudiar Derecho. Al estar la Facultad en Tenerife, significaba estar sola en La Laguna y como no querían que me separase de ellos pues no se realizó mi deseo.

Entonces y como me gustaban los idiomas y la música, aprendí inglés y terminé la carrera de piano en el año 1953. Contraje matrimonio en el mismo año con Paco Vila, con quién conviví 57 años de mi vida y tuve dos hijos.

Fue la persona que me comprendido, me dio alas y me facilitó el que yo pudiera lograr todo lo que yo había soñado hacer desde mi niñez, lo que en aquella época era bastante inusual en un marido.

Me enseño a conducir y recuerdo que para que me dieran el permiso de circulación del coche él tuvo que firmar porque en el año 1956 era necesaria la autorización del marido … También aprendí a nadar; a hacer submarinismo, descubriendo las bellezas del fondo marino y aficionándome a todo lo relacionado con el mar: disfruté con el ski acuático; me interesó aprender a navegar y saqué el título de Patrón de Yate; sentí pasión por la velocidad y participé en los años 60 en tres competiciones automovilísticas y en un Railly, como mujer pionera en carreras de velocidad; disfruté de las carreras de motonáutica; busqué los maravillosos rincones que tiene la isla y los mostré en un concurso fotográfico. Poco a poco iba realizando las cosas que me gustaban y me sentía contenta.

Un día me fascinó la idea de volar. Entonces hice el curso de Piloto en el Real Aeroclub de Gran
Canaria y cuando sumé ocho horas de aprendizaje el profesor me dio la “suelta” y me convertí en la primera mujer canaria que ha volado sola.

De ese día tengo la anécdota de haber avisado a la Base Aérea para que salieran a salvar a unos hombres que se encontraban en el agua a punto de ahogarse junto a su pesquero que se hundía rápidamente en la Baja de Gando. Los divisé justo cuando iniciaba la maniobra de aterrizaje y felizmente todos salvaron su vida.

Pasaba el tiempo y aunque yo seguía dedicada al hogar, a mis hijos y también a toda esa actividad deportiva con la que tanto disfrutaba, sentía algo pendiente en mi vida por realizar. Me faltaba algo y ese algo era estudiar Derecho.

Un día vino a verme una buena amiga y me encontró inquieta y de regular humor. Le conté que yo había creado una familia, que había conseguido aprender muchas cosas pero me faltaba lo que desde jovencilla fue mi vocación y no pude conseguir: ser abogada.

Entonces me dijo que en la UNED, podría estudiar en la Universidad aunque no tuviera el Bachiller, con el Curso de Acceso para mayores de 25 años. Me dio un vuelco el corazón y me matriculé, aprobé y empecé a estudiar Derecho; transcurría el año 1979 y tenía 51 años.

A cuenta de ello recuerdo la graciosa anécdota que me ocurrió días después de enviar mi solicitud de ingreso.

Resulta que me llamaron de la UNED de Madrid. Pensaban que el año 1928 que figuraba como fecha de mi nacimiento era un error… Tuve que insistirle mucho a aquel joven para que me creyera que ese año era el correcto…

Me sentí una persona muy afortunada estudiando en la UNED y fue una experiencia maravillosa convivir con alumnos muchos más jóvenes que yo y que hacían sentirme en el aula como una compañera más del grupo. 

Había conseguido lo que desde niña siempre me atrajo y viví una época muy feliz durante aquellos años.

Igualmente encontré tutores con un alto grado de conocimientos como docentes; eran Magistrados, abogados, etc., que orientaban y ayudaban en las asignaturas.

Por fin el 16 de mayo de 1989 juré como abogada en el Ilustre Colegio de Abogados de Las Palmas. Hoy, con 82 años llevo 22 años ejerciendo felizmente y con la misma ilusión del primer día, sintiéndome además muy orgullosa de ser en la actualidad la abogada ejerciente con más edad de este Colegio.

No pude estudiar Derecho cuando fui joven pero hoy quiero decirle emocionada a mi querida UNED, que gracias a ella logré hacer realidad mi vocación, agradeciendo también el apoyo y ánimo que siempre tuve de mi marido y de mis hijos y deseándole a la Universidad a Distancia muchos éxitos y que siga presente en nuestra sociedad por muchos años y para bien y esperanza de las futuras generaciones.

Un reportaje de Sonia Cubillo y Alicia Bardón

domingo, 18 de noviembre de 2012

Carta abierta desde el sentimiento a un grande: Miliki




Recuerdo hace ya muchos años cuando irrumpieron en la televisión argentina Gabi (Gabriel), Fofo (Alfonso) y Miliki (Emilio), tres hermanos – los Aragón Bermúdez, tres PAYASOS (así con mayúsculas). Nos hacían reír y nos deleitaban con un humor sano y contagioso

Por esas raras razones de la vida, hoy Miliki decidió dejarnos su última sonrisa antes de partir a sus jóvenes 83 años…

Fue una gran persona, amable y abierto para con los demás, en especial con su público niño  

A Usted, don Miliki, un gran recuerdo y mi agradecimiento desde mi alma de niño… Descanse en paz

Con afecto

Fernando

18 de Noviembre del 2012