sábado, 5 de mayo de 2012

El ejemplo de Gabriel nos muestra que a pesar de todo sí se puede!

Cuántas veces protestamos por la realidad que nos aqueja?
Perdí el colectivo (bus)! No conseguí la prenda de última moda! Fulano/a tiene más que yo!
Y todos lo etc. que cada uno quiera agregar.
A todas estas “contras” que el mundo pone en nuestro camino solemos responder con enojo.
Ahora bien, qué sucede cuando nos encontramos con alguien que sí ha sido afectado por un gran contratiempo y nos hace tambalear toda nuestra cómoda estructura? En general nos sentimos pequeños y tontos al ver de qué nos quejamos…
Aprendamos del ejemplo de Gabriel, quien luego de su “contratiempo” luchó para salir adelante, y no solo para él!
Hasta la próxima!
Prof. Lic. Fernando Julio Silva, MSc.
Artículo:
Ser uno más del montón Por una vida plena
Sábado 05 de mayo de 2012 | Publicado en edición impresa
Por Micaela Urdinez | LA NACION
Gabriel
Para los vecinos de Belgrano es una postal común verlo a Gabriel Avruj circulando con su silla de ruedas automática por las veredas del barrio. Su casa y su oficina -ambas ubicadas en edificios totalmente adaptados- quedan a sólo un radio de seis cuadras de distancia, y él va y viene con total libertad. En esos trayectos, es habitual verlo saludar a los porteros, los empleados de los locales y hasta que una señora lo pare para darle un beso.
"Hace 3 años hice una presentación en el CGP para que me hicieran las rampas del recorrido que necesito hacer para moverme en el barrio. Las calles muchas veces están rotas y ni hablar de las veredas. Por suerte las rampas están bien hechas, con buen material y abarcan toda la esquina. La línea punteada es para que las personas ciegas sepan que viene una rampa. La plaza más cercana es a 4 cuadras y no puedo llegar porque las veredas están rotas. Me tiene que acompañar alguien para ayudarme con la silla", sostiene Gabriel, que hace 25 años tuvo un accidente de auto que le cambió la vida, y también su manera de moverse en ella.

Hace 25 años Gabriel Avruj sufrió una lesión medular producto de un accidente de tránsito; a partir de ese momento, empezó a luchar por la accesibilidad en espacios públicos y medios de transporte.. Foto: Mariana Araujo

Es que circular en una ciudad como la de Buenos Aires con tantas barreras arquitectónicas para las personas con movilidad reducida no es tarea sencilla. Según un informe de la ONG Acceso Ya, el 85% de las escuelas son inaccesibles, como así también el 70% de los colectivos, el 93.2 % de los lugares gastronómicos, el 71 % de las sucursales bancarias, el 75 % de los edificios con oficinas y dos de cada 15 oficinas de gobierno.
A partir del accidente, la movilidad de Gabriel se vio totalmente transformada, así como su situación personal y familiar. En ese entonces, el edificio en el que vivía con sus padres no era accesible, y fue así que su padre -un ingeniero civil- comenzó a interesarse por la arquitectura para todos. Creó el Grupo Edificios Sin Barreras, que lleva adelante el asesoramiento y la construcción de edificios sin barreras arquitectónicas -accesibles para todas las personas-, y la concientización de la población en estas temáticas. Fue así que su primera obra fue construir un edificio totalmente accesible en el que Gabriel pudiese moverse con la silla de ruedas libremente: no tiene rampa para entrar, los ascensores tienen botonera al nivel de una persona en silla de ruedas, con botones fáciles de apretar, señalización en braille y con puertas son automáticas.
"Hace 10 años no podía viajar ni en colectivo ni en subte. Ahora hay varias estaciones de subte con ascensor y muchos de los colectivos están adaptados", dice Gabriel, que reconoce que ha habido avances en la accesibilidad en el transporte.
Después de 3 largos años de depresión luego del accidente, gracias al apoyo de su familia, de sus amigos y de su incursión en el camino espiritual, Gabriel empezó a reinsertarse en la sociedad. Retomó sus estudios secundarios y se dispuso a salir adelante. "La vida no es solamente acceder a un lugar y por suerte en la Argentina la gente es muy solidaria. En la secundaria el aula estaba en el primer piso y todos los días cuatro compañeros me cargaban por la escalera con la silla para que pudiera llegar", cuenta con el mismo entusiasmo con el que encaró numerosas campañas de concientización para que más lugares fuesen accesibles, se instalaran rampa o se adecuasen las estaciones de subte y los colectivos.
A partir de allí, Gabriel fue creciendo en ganas de hacer, en proyectos y en su espíritu. Estudió Ciencias Económicas en la Universidad de Belgrano y actualmente dirige la filial local de Humanity´s Team y la ONG Conciencia sin Barreras. "Si bien la universidad es accesible porque tiene un ascensor para las personas que estamos en silla de ruedas, la entrada al ascensor está separada de la entrada principal. Entonces cada vez que yo venía con mis compañeros, me tenía que separar e ir solo al ascensor, y ahí se resentía mi desarrollo social", aclara Gabriel, que hace unos años se mudó a otro edificio accesible en el que además de las comodidades del anterior, tiene un departamento con paredes curvas para facilitar el desplazamiento con la silla pero también para dejar fluir la energía, un baño adaptado y sin pasillos. "Estos son edificios en los que puede vivir cualquier persona. No me hubiera gustado irme a vivir a un edificio para personas con discapacidad porque hubiera sido discriminatorio", aclara Gabriel, mientras sueña con un mundo accesible y pensado para todos. Por eso, su misión actual reside es despertar al mundo a la conciencia de la humanidad. "En esencia somos todos uno. Si entendiésemos eso no generaríamos barreras arquitectónicas porque, en definitiva, el otro soy yo mismo".
COMO COLABORAR
La Usina www.lausina.og

No hay comentarios: