Hasta la próxima!
Porf. Lic. Fernando Julio Silva, MSc
Febrero 2012
Artículo:
Los 6 errores más comunes en el uso del FODA
Así como un martillo en
manos de un carpintero puede construir maravillas, en manos de un loco se
transforma en un arma. De igual forma, el FODA es una herramienta cuyo éxito
depende de la forma en que se utilice.
Por Diego Pasjalidis*
Siendo una de las
herramientas más difundidas, el análisis FODA consiste en identificar las
Fortalezas y Debilidades de una idea, proyecto o negocio, y asociarlas con las
Oportunidades y Amenazas que nos presenta el entorno. Mucho se ha escrito sobre
la misma y es frecuente su utilización en todas las áreas de una empresa.
El FODA se ha
convertido en un elemento imprescindible en todo plan de negocios y análisis
estratégico, ya que obliga a analizar las variables internas y externas, tanto
buenas como malas. Pero debido a que su concepto y uso es muy sencillo, la
herramienta tiende a perder eficacia en manos inexpertas, normalmente
concluyendo en una pizarra u hoja de papel con cuatro columnas, en donde se
tratan de entender las variables y ver cómo poder mejorarlas.
Pero hay algo más que
el FODA puede permitirnos y, para ello, debemos considerar una serie de
aspectos.
Los
6 errores más comunes en el uso del FODA
1. La ensalada: la
mayoría sabe qué significa FODA, al igual que saben que las F y D son internas;
mientras que las O y A son externas; pero a la hora de identificar las
variables que serán la fuente del análisis, se empiezan a confundir Fortalezas
con Oportunidades y Amenazas con Debilidades. Es algo más común de lo que
parece. Las Oportunidades y Amenazas son eventos/situaciones/tendencias que
afectan tanto a nuestro proyecto/negocio/idea como a los demás (por ejemplo,
competidores). Normalmente, no podemos controlar esas variables; las Fortalezas
y Debilidades son propias de nuestro emprendimiento, y tenemos forma de incidir
en ellas para potenciarlas o reducirlas, según corresponda.
2. Dime con quién
andas: decir que nuestras fortalezas son "certificamos ISO 9000, tenemos
financiación sin interés, contamos con un local ubicado en una de las
principales avenidas..." es otro error si no tenemos en cuenta el
contexto. Para definir una fortaleza no debemos pensar en nosotros, sino en
nuestro cliente y competidores. Un atributo es una fortaleza siempre y cuando
agregue valor y nuestro competidor no lo tenga: lo de la norma ISO 9000 suena
muy bonito, pero si nuestro cliente es un consumidor final que no conoce o
valora la norma, y/o nuestros competidores también tienen el certificado, no es
una fortaleza. Somos fuertes o débiles de acuerdo a quién tengamos enfrente,
por lo que no llenemos renglones y renglones con deseos o atributos que poco
pueden ayudarnos a definir una estrategia, al contrario, pueden desviarnos el
foco de atención.
3. FodA: esta
observación puede no darse en todas las empresas por igual, pero vale la pena
destacarla. Tendemos a hacer un GRAN listado de fortalezas, mientras que
nuestras debilidades son difíciles de encontrar. Incluso pueden aparecer las
"falsas debilidades" como "soy demasiado exigente con mi
trabajo". De igual forma, tendemos a listar muchas amenazas provenientes
del entorno, mientras que las oportunidades parecen ser escasas. Desde luego,
es un efecto cultural y - como tal - depende del lugar e historia de quien
realice el análisis. Un buen FODA debe forzarnos a listar de 5 a 10 elementos
por cada área (F, O, D y A).
4. Para el cuadrito:
muchos FODA terminan en un lindo listado que la gente mira y del que algunos
pueden obtener algunas ideas: "vemos cuales son las debilidades, y vemos
cómo podemos eliminarlas". El secreto está en cruzar la información: F+O
nos permite potenciar nuestras acciones para generar estrategias de índole
agresiva. Vinculando D+A podemos ver cuán crítica es nuestra situación ante las
amenazas del entorno, tratando de desarrollar capacidades, habilidades o
recursos que nos permitan defendernos de esas situaciones. F+A y D+O son las
otras alternativas que debemos forzar relacionar, a efectos de - como causa
efecto - poder construir estrategias que nos permitan aprovechar lo mejor de
nosotros y del entorno.
5. Eres lo que comes:
muchas veces, el FODA se llena de impresiones personales que – como tales
–parten de nuestros paradigmas. Así como el rendimiento del cuerpo humano
depende de los insumos que le proveamos, esta herramienta necesita alimentos
nutritivos para rendir adecuadamente. Por ende, construir el FODA requiere el
desarrollo de un análisis más profundo (llámese plan de negocios, diagnóstico
estratégico, etc.), de manera de no omitir ningún dato relevante del entorno
interno o externo.
6. Autismo empresario:
finalmente, no estamos solos. Aunque parezca una verdad de Perogrullo, el hecho
de realizar un análisis FODA no implica que podemos desarrollar una estrategia
exitosa: nuestros competidores pueden realizar un análisis similar. Una forma
de considerar al competidor es tratar de desarrollar su FODA: las amenazas y
oportunidades nos alcanzan a ambos, y podemos suponer (sobre la base de respuestas
pasadas, o información accesible) cuáles son sus fortalezas y debilidades y de
qué forma podría reaccionar. Es como jugar al ajedrez: no sólo debo pensar en
mi jugada sino en el movimiento posterior de mi adversario.
El FODA es una
herramienta boba, que depende de la información que en ella coloquemos y la
forma en la que procesamos la misma.
*Autor de su propio
FODA en la vida. Especialista en gestión de proyectos, desarrollo de nuevos
negocios y dirección estratégica en empresas PYMEs. Profesor de Estrategias y
responsable de Programas a Medida de la Escuela de Negocios de MATERIABIZ .
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