La historia se dice es
real y aconteció hace ya algunos años en Estados Unidos, en un pueblo y en su
escuela elemental (primaria).
Una maestra de grado
inicia el nuevo año escolar de sexto grado y nota que entre sus alumnos hay un
niño muy mal vestido, desalineado y sucio. El mismo no participa activamente de
la clase y está aislado de sus compañeros.
Esta situación preocupa
a la docente que decide investigar un poco sobre el tema, para ello consulta
con las maestras que el chico ha tenido en años anteriores, la maestra de
quinto grado le da muy malas referencias sobre el alumno, igual sucede con la
del cuarto año. Esto se sigue dando hasta que habla con su par de segundo grado
quien le cuenta que hasta mitad de ese año había sido un alumno brillante, uno
de los mejores, siempre bien arreglado pero que a partir de la segunda parte
del año la situación cambió y se transformó en lo que era en la actualidad.
Ahondando un poco más, su actual maestra se enteró que la Madre del niño había
fallecido en esa época.
Decidida a darle lo
mejor que tenía, la maestra comenzó a alentar al chico, quedándose después de
hora para recuperar el tiempo perdido y alabando cada logro, por mínimo que éste
fuera.
Fue pasando el tiempo y
para el día del maestro nuestro alumno llegó con un pequeño regalo envuelto en
viejo papel de diario, los demás compañeros se rieron de esto y la maestra para
callarlos abrió el paquete, encontrándose con un viejo frasco de perfume por la
mitad, tomo parte del contenido y se lo colocó.
Al finalizar la clase
el alumno se acercó a la maestra y le agradeció diciéndole:
“Hace años que no olía a mi Madre…”
El tiempo pasó y
nuestro alumno se graduó, partiendo luego hacia la universidad. La maestra
perdió el rastro de él.
Más adelante, ya cuando
ella estaba retirada de la docencia activa, recibió un sobre y al abrirlo
encontró una invitación para ser la madrina de casamiento de un gran doctor,
era de aquel pequeño y desalineado alumno del sexto grado.
El reencuentro fue de
gran alegría para ambos y permitió que los recuerdos fluyeran.
Para concluir, cuan
importante es brindar a un semejante una oportunidad cuando nadie más lo hace,
nunca sabremos el efecto que ello puede producir!
Hasta la próxima
Prof. Lic. Fernando
Julio Silva, MSc.
Febrero 2012