En esta ocasión presento un interesante escrito de Diego Pasjalidis
del pasado mes de abril de este año y que fuera publicado en el sitio de
MateriaBiz, en el nos muestra con gran claridad los errores que suelen cometer
los emprendedores y que pueden producir su fracaso como tales.
Es interesante leerlo y aprender de los que nos dice Diego
Hasta la próxima!
Prof. Lic. Fernando Julio Silva, MSc
Noviembre 2012
Artículo:
Las 10 claves del fracaso emprendedor
Por Diego Pasjalidis*
Cansados de la relación de dependencia o simplemente
buscando desarrollar un camino de crecimiento diferente, cada vez más personas
se están volcando al desarrollo de emprendimientos. Pero así como la tasa de
creación de emprendimientos crece, también aumenta la de mortalidad. Para
evitar la desmotivación emprendedora es bueno tener en cuenta cuáles son los
principales aspectos causales de fracaso.
Las cifras de creación y cierre de empresas en la Argentina
arrojan guarismos llamativos: cada año, alrededor del 20% de los argentinos
económicamente activos crea una empresa, pero 4 de cada 10 proyectos fracasan
en su primer año de vida. De los 6 que sobreviven, otros 5 quedan en el camino
en los siguientes 9 años.
Cuando me preguntan cuáles son los principales problemas o
errores por los que fracasan los emprendedores, empiezo a responder con
preguntas: ¿Qué edad tiene el emprendedor? ¿Dónde vive? ¿Es hombre o mujer? ¿En
qué industria se encuentra? ¿En qué etapa de madurez está el negocio?
Aunque existen muchos elementos a considerar, a lo largo
de más de 500 planes de negocios analizados, un sinnúmero de emprendedores
capacitados, asesorados y entrevistados, he logrado resumir los 10 pilares
fundamentales del fracaso emprendedor.
Independientemente del orden, y de la ponderación que cada
aspecto tendrá en cada situación particular, estos problemas son las más
recurrentes causas de tropiezos que he encontrado y deseo compartir.
1.¿Existe pasión?
El camino emprendedor está lleno de trabas, desilusiones y
problemas. El emprendedor debe tener un temple de acero y, para poder soportar
todos los altibajos, fundamentalmente debe tener pasión por lo que hace.
Emprender es como escalar el Everest: sólo llegan los movidos por la pasión,
los que enfrentan sus miedos, y no los movidos sólo por ambición.
2.¿Tener pasión, es suficiente?
Rotundamente no. La pasión es necesaria pero no
suficiente: se requiere de conocimiento específico en materia de negocios.
Nadie duda de que el emprendedor conoce sobre el producto o servicio en
profundidad, pero para hacer negocios es necesario desarrollar habilidades
diferentes. Por ejemplo, existen modelos que permiten optimizar (tiempos,
costos) la distribución de productos. Otros que permiten calcular el nivel de
precios más adecuado de acuerdo a diferentes enfoques. También existen aquellos
que nos pueden indicar hasta dónde podemos crecer sin resentir nuestra
estructura financiera. Estos conocimientos y habilidades pueden ser adquiridos
mediante capacitación, con la inclusión de un socio con experiencia o con
asistencia externa.
3.¿Es negocio?
Muchas veces, el enamoramiento del emprendedor hacia su
producto o servicio es tan grande que desatiende lo inherente al negocio. Me
refiero a que una buena idea, un buen producto o un buen servicio no
necesariamente implican un buen negocio. Muestra de esto es que el 90% de los
emprendedores no sabe cómo medir la rentabilidad, por lo que van a ciegas
tomando decisiones inadecuadas a lo largo del proceso.
4.¿Es sostenible?
El emprendimiento es como un hijo, y no hay nadie más
bonito que el propio hijo. Pero lo cierto es que, al salir al mercado, deberá
competir directa o indirectamente con una serie de alternativas. Y no sólo eso:
pueden aparecer nuevos competidores que copien o mejoren la idea. Es necesario
que el emprendedor construya ventajas competitivas sostenibles e innove, ya que
la inversión y los gastos son seguros, pero los ingresos no.
5.¿Quién es el cliente?
“Todos” es una
respuesta que escucho con frecuencia. Pero lanzar un negocio para todos, es
como lanzar un negocio para nadie. No es lo mismo una persona joven que una
adulta, un hombre que una mujer, un profesional que un ama de casa… Cada grupo
de consumidor elige con criterios diferentes, tiene necesidades distintas, va a
comprar en distintos canales, etc. Focalizarse en un segmento o nicho de
mercado permite ajustar el concepto para el cliente objetivo más conveniente.
6.¿Cómo, cuándo y cuánto crecer?
Todos aspiran a crecer y vender cada vez más. Parece algo
natural. Pero muchos emprendimientos mueren justamente en la etapa de
crecimiento, ya que no consideran el impacto del capital de trabajo: para
cobrar primero hay que vender, y antes de ello hay que producir, almacenar, pagar
las compras… eso es dinero que está circulando dentro de la empresa. Es el
equivalente a la sangre en el cuerpo humano: si crecemos de golpe y no tenemos
la sangre necesaria dentro del organismo, colapsaremos.
7.¿Hay un modelo o un plan de negocios?
Un modelo o plan de negocios es como simular el desempeño
del emprendimiento en un papel, antes de lanzarlo al mercado. Nos permite
evaluar todos los elementos necesarios y suficientes para equivocarnos lo menos
posible. El problema es que muchos emprendedores ni siquiera han hecho el más
básico de los análisis antes de abrir un negocio, lo que explica la alta tasa
de nacimiento y muerte de los emprendimientos.
8.¿Hay riesgos?
Aunque es parte de un buen plan de negocios, no es común
encontrar los puntos débiles o riesgos en él.
Todo proyecto tiene riesgos, y no
hay nada mejor que considerarlos como parte del análisis para dar una adecuada
respuesta, por ejemplo, elaborando un plan de contingencias. Pocos
emprendedores creen que su proyecto es endeble, y lo defienden con gran pasión
y convicción. Una pregunta que les hago siempre es “¿estaría dispuesto a vender
su auto o casa, e invertirlo en el proyecto?”. A los pocos que se animan a
responder “sí” les digo: “Bien, una vez que lo haga, vuelva y vemos”. Ahí medimos
si hay realmente riesgos o no.
9.¿Cómo financiarse?
Todo es muy lindo, pero muchos emprendedores van con su
“gran negocio” golpeando puertas en busca de financiación. Una vez superadas
las primeras fuentes de dinero (propia, familiares, amigos), deben analizar si
agregan capital societario o si toman deuda. Sin saber medir la rentabilidad y
sin contar con un adecuado flujo de fondos, será muy difícil acceder a
financiación conveniente. “Endeudarse no es bueno” parece ser una premisa de
muchos, aunque es falsa, ya que puede apalancarse el negocio con un préstamo
adecuado.
10.¿Qué necesita?
Abra su cabeza, sincérese y haga un listado de lo que le
está faltando. Busque apoyo, ya que sus amigos y su familia aplaudirán su
proyecto, incluso siendo malo. No saben más que Ud. del negocio y para colmo –
como lo aprecian – no querrán desalentarlo. Capacítese, asesórese, y busque
personas con probada trayectoria. Recuerde que su negocio es suyo, y nadie lo
defenderá tanto como Ud.
Estos puntos son comunes a todos los emprendedores,
independientemente del rubro, edad, ciudad… Y, aunque no es malo fracasar si es
que de ello se aprende, la idea no es tropezar con las piedras que uno pudo
haber evitado. Si cada uno que avanza en el camino emprendedor va apartando algunas
piedras del camino, los que nos siguen sólo se preocuparán por las nuevas que
vayan apareciendo: esto es progreso, y en esto es en lo que nos enfocamos
apasionadamente desde la Escuela de Negocios MATERIABIZ “poner el conocimiento
al alcance de todos”.
* Director de Consultoría y Desarrollo Emprendedor de
MATERIABIZ. Especialista en gestión de proyectos, desarrollo de nuevos negocios
y dirección estratégica en empresas PYMEs. Profesor de Estrategias y de
Innovación en Argentina y Perú
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