En este
caso traigo del "olvido" una nota (publicada en 2006) de una colega
relacionada con un ejemplo de profesor, en la primera lectura tal vez no
encontremos nada espectacular en el relato, nada que nos produzca algún
sobresalto; y es eso lo que tiene de especial. Es la historia de un hombre que
dejó huella en aquellos con los que trató sin querer sobresalir por ello.
Como punto
destacable - y quienes estamos en la docencia entendemos de ello - este relato
fue escrito por una colega...
Hasta la próxima!
Prof.
Lic. Fernando Julio Silva, MSc.
Mayo
2012
Artículo: "Distinguen a un hombre con vocación
de profesor"
La Pampa
Luis María Fiorini recibió el premio Divino Maestro
SANTA ROSA.- No fue el sólo transcurrir del tiempo. No
fue suficiente transitar día a día las galerías del Colegio Domingo Savio.
Tampoco enseñar matemáticas a decenas de promociones, y menos aún ocupar la
silla de rector. Todo eso no fue suficiente. Hubo algo más. Un intangible y que
nada tiene que ver con los cargos en los que desempeñó, que barnizó la carrera
docente del profesor Luis María Fiorini.
Quizá
fueron esos valores, de los que sólo pueden dar fé sus miles de alumnos o sus
cientos de colegas, los que determinaron que en el valle de su carrera, ya
retirado, recibiera hace una semana el premio al Divino Maestro, la más alta
distinción que otorga el Consejo Superior de Educación Católica a educadores,
que se hayan distinguido por su notable dedicación.
Ahora bien, ¿qué ha
tenido que suceder en la vida de Luis María para ser merecedor de esta
distinción nacional? Para llegar hasta aquí ¿cuál fue su valor agregado?
Profesores de
matemáticas hay miles, enamorados de la educación muchísimos, rectores, cada
colegio los tiene por estructura, subsecretarios de educación ...todas las
provincias tienen uno... Pero lo que distingue al hombre con mayúscula de los
demás es su enorme vocación de dar amor en cada gesto, de obrar siempre y en
todo con rectitud, de construir la paz en la convivencia cotidiana, de decir y
ser la verdad en todo y siempre, de vivir la vida con alegría.
Más que datos
Podríamos haber
referido su vida: que nació en Buenos Aires, que estudió en Junín, que sus
primeros alumnos los conoció en Baigorria, que desde 1969 reside en La
Pampa. Que tiene
una hermosa familia, que fue rector de Miguel Riglos, del Colegio Domingo Savio
de Santa Rosa. Hasta llegó a ser subsecretario de Educación de la provincia.
¿Acaso estos pincelazos son la persona de la que nos sentimos hoy tan
orgullosos? No. El Profesor Fiorini es más que estos datos. Ha sido y es
aquello que decía Gandhi: "Debemos ser el cambio que queremos
ver".
Ha dejado la impronta
del amor en muchas generaciones de alumnos. Martín Etchevers, uno de ellos dijo
que "Luis María es alguien que supo conjugar , en inusual equilibrio, la
autoridad de la razón, la calidez del corazón y el sentido de la trascendencia
espiritual".
Y también, un legado
de amor en muchos docentes que tuvimos el privilegio de encendernos con su
chispa, porque para este excepcional maestro la educación es el arte de soplar
brasas. Para ese pequeño gran hombre, que miles de mañanas recorrió el colegio
con sus característicos pasitos cortos, pero firmes, para el profesor Fiorini,
nuestro reconocimento: muchas gracias.La autora es profesora de Literatura y
compañera de trabajo de Luis María Fiorini.
Por Rita Ríos
Para LA
NACION
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