martes, 15 de mayo de 2012

Ejemplo de hombre común: Distinguen a un hombre con vocación de profesor

En este caso traigo del "olvido" una nota (publicada en 2006) de una colega relacionada con un ejemplo de profesor, en la primera lectura tal vez no encontremos nada espectacular en el relato, nada que nos produzca algún sobresalto; y es eso lo que tiene de especial. Es la historia de un hombre que dejó huella en aquellos con los que trató sin querer sobresalir por ello. 

Como punto destacable - y quienes estamos en la docencia entendemos de ello - este relato fue escrito por una colega...

Hasta la próxima!

Prof. Lic. Fernando Julio Silva, MSc.
Mayo 2012

Artículo:   "Distinguen a un hombre con vocación de profesor"  

La Pampa

Luis María Fiorini recibió el premio Divino Maestro

SANTA ROSA.- No fue el sólo transcurrir del tiempo. No fue suficiente transitar día a día las galerías del Colegio Domingo Savio. Tampoco enseñar matemáticas a decenas de promociones, y menos aún ocupar la silla de rector. Todo eso no fue suficiente. Hubo algo más. Un intangible y que nada tiene que ver con los cargos en los que desempeñó, que barnizó la carrera docente del profesor Luis María Fiorini. 

Quizá fueron esos valores, de los que sólo pueden dar fé sus miles de alumnos o sus cientos de colegas, los que determinaron que en el valle de su carrera, ya retirado, recibiera hace una semana el premio al Divino Maestro, la más alta distinción que otorga el Consejo Superior de Educación Católica a educadores, que se hayan distinguido por su notable dedicación. 

Ahora bien, ¿qué ha tenido que suceder en la vida de Luis María para ser merecedor de esta distinción nacional? Para llegar hasta aquí ¿cuál fue su valor agregado? 

Profesores de matemáticas hay miles, enamorados de la educación muchísimos, rectores, cada colegio los tiene por estructura, subsecretarios de educación ...todas las provincias tienen uno... Pero lo que distingue al hombre con mayúscula de los demás es su enorme vocación de dar amor en cada gesto, de obrar siempre y en todo con rectitud, de construir la paz en la convivencia cotidiana, de decir y ser la verdad en todo y siempre, de vivir la vida con alegría. 

Más que datos 

Podríamos haber referido su vida: que nació en Buenos Aires, que estudió en Junín, que sus primeros alumnos los conoció en Baigorria, que desde 1969 reside en La Pampa. Que tiene una hermosa familia, que fue rector de Miguel Riglos, del Colegio Domingo Savio de Santa Rosa. Hasta llegó a ser subsecretario de Educación de la provincia. ¿Acaso estos pincelazos son la persona de la que nos sentimos hoy tan orgullosos? No. El Profesor Fiorini es más que estos datos. Ha sido y es aquello que decía Gandhi: "Debemos ser el cambio que queremos ver". 

Ha dejado la impronta del amor en muchas generaciones de alumnos. Martín Etchevers, uno de ellos dijo que "Luis María es alguien que supo conjugar , en inusual equilibrio, la autoridad de la razón, la calidez del corazón y el sentido de la trascendencia espiritual". 

Y también, un legado de amor en muchos docentes que tuvimos el privilegio de encendernos con su chispa, porque para este excepcional maestro la educación es el arte de soplar brasas. Para ese pequeño gran hombre, que miles de mañanas recorrió el colegio con sus característicos pasitos cortos, pero firmes, para el profesor Fiorini, nuestro reconocimento: muchas gracias.La autora es profesora de Literatura y compañera de trabajo de Luis María Fiorini. 

Por Rita Ríos 
Para LA NACION

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