Si bien esta es una
historia conocida por muchos me parece bueno cada tanto recordarla.
Cuenta la leyenda que
se encontraban frente a un río una rana y un escorpión, teniendo necesidad este
último de trasladarse a la orilla de enfrente y no habiendo otra alternativa
para ello que cruzar el río. Como es de imaginar esto era imposible para él.
Entonces le propuso a
la rana que lo cruzara pero ella le respondió que no lo haría ya que sería
picada y moriría sin remedio.
A esto el escorpión le
respondió que no tenía sentido su forma de pensar ya que si ello acontecía él
también se ahogaría.
Convencida la rana por
este argumento, decidió llevarlo. El viaje iba bien hasta que a mitad de camino
sintió un fuerte dolor en su lomo, el escorpión la había picado.
La rana sintiéndose desfallecer
le recriminó al escorpión por lo que había hecho, a lo que él respondió que no
había podido evitarlo ya que era parte de su ser el atacar.
Conclusión: Ambos
murieron ahogados
Cuántas veces cometemos
actos que sabemos son perjudiciales para terceros tanto como para nosotros y
sin embargo los llevamos adelante igual.
¿Acaso no nos parecemos
al escorpión de la historia, el cual recibiendo la ayuda que tanto necesitaba
igual perjudica a quien está colaborando con él?
¿Es esto tal vez parte
de nuestra naturaleza “humana”?
Creo que vale la pena
detenerse un momento a pensar en esto antes de tomar nuestras decisiones…
Hasta la próxima!
Un cordial saludo
Prof. Lic. Fernando
Julio Silva, MSc.
Marzo 2012
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